En 1957 se inauguró en el Parque de Mayo un busto de Arturo Baruti, tallado en piedra por el escultor Miguel Ángel Sugo. Constituye casi el único homenaje realizado al artista.



San Juan, pese a ser una provincia terminal (geográficamente) y limitada en recursos, a lo largo de su historia ha sido un semillero de ilustres hombres y mujeres, destacados en las más diversas áreas como política, música, artes y ciencias en general. Es en la música que San Juan tiene una deuda de gratitud con uno de sus más talentosos e internacionalmente reconocidos hijos. Se trata de Arturo Beruti y en igual medida su hermano Pablo, iniciadores del teatro lírico nacional. Su abuelo Antonio Luis Beruti, militar de carrera y héroe en Chacabuco (condecorado por San Martín), era un brillante músico. Casado con una destacada Patricia Mendocina, Mercedes Ortiz, tuvo tres hijos: Antonio Luis (del mismo nombre que su padre), Virginia y Julio. Todos vinculados a la música. Virginia era pianista y Julio un gran músico. El mayor de los tres, Antonio Luis, se radicó en San Juan, donde contrajo matrimonio con una distinguida sanjuanina, Mercedes Quiroga. De ese matrimonio nacieron sus hijos: Mercedes, Antonio Luis (III), Arturo, Sara, Luisa, Josué y Pablo. Desde muy pequeños Antonio les inculcó la música a sus hijos, ya que era un notable pianista e incluso había compuso obras como "Las Quejas" y "Recuerdos de Mendoza", entre otras y merece una biografía aparte. Arturo nació en San Juan el 27 de marzo de 1862 y a muy corta edad mostró excepcionales condiciones para el piano. De pequeño fue instruido por su padre y por maestros traídos a la provincia por Sarmiento (muy amigo de su padre). A los 9 años viajó a Mendoza al cuidado de su tío Julio. En 1872 con sólo 10 años ya componía piezas de baile. En 1876, con 14 años, presenta en Chile las obras "Recuerdos de San Juan" y "Nocturnos", siendo aclamado por el público trasandino. Público que años más tarde (en 1881) también se maravillara con su hermano Pablo, que con sólo 11 años presentó la obra de su autoría "Sinfonía Andina". A los 19 años, Arturo ya era señalado como uno de los músicos más talentosos de nuestro país. En esa época sorprende con sus producciones literarias para la revista "Mefistófeles". Ese mismo año presenta su obra "Ecos Patrióticos". Tras el fallecimiento de su padre, en 1884, acepta una beca para estudiar en Europa. Se radicó en Leipzig, Alemania, un famoso centro musical europeo. Fue un destacado estudiante y ejecutor. Hasta 1887 compuso obras como la obertura "Andes", ejecutada por la Banda del Rey en Stuttgart. Obra que irónicamente no causó ningún elogio en su patria natal, al presentarla en 1889. De regreso a Europa, Arturo Beruti (o Berutti, como firmó muchas de sus obras), lanza en Italia sus primeras óperas, "Evangelina" y Tarass-Bulba". Alentado por el elogio del público europeo, decide en 1896 presentar en Argentina sus laureadas óperas. Finalmente logra un éxito rotundo con "Tarass-Bulba" cumpliendo así su sueño de triunfar en su tierra. En su época Arturo Beruti no tuvo rivales compatriotas que pudieran competir con su talento, más que su hermano Pablo, quien tuvo una brillante carrera y al igual que Arturo fue becado para estudiar en Europa. Fue acreedor al premio Mozart y compuso obras como la ópera "Cochabamba", entre una nutrida producción. Pablo Beruti merece una biografía aparte para destacar su gloriada y exitosa carrera. Arturo Beruti murió en Buenos Aires el 3 de enero de 1938 a los 76 años.

Ópera argentina

Pese a su gran éxito, muchas serían las dificultades que Beruti tuvo que sortear para el estreno de su obra "Pampa", la primera ópera netamente argentina. Podría decirse que allí nació el teatro lírico nacional. Pronto le sucederían más obras con contenidos arraigados a nuestro terruño como "Yupanki" (1899). Sin descanso, Arturo Beruti desarrolló su talento en obras como Kryse, Hórrida Nox y Los Héroes.

Por Antonio Díaz Ariza
Docente - escritor