El billar es un deporte profundamente arraigado en la idiosincrasia de nuestro pueblo. Fue desde su advenimiento al país, merced a la inquietud del billarista Francés René Barutel, allá en el transcurso de la primera década del 1900. Este hermoso y difícil juego prendió con pasión como un entretenimiento fascinante, despierta interés industrial y comercial ante la demanda de mesas, bolas, tacos, tizas y suelas, etc. Del típico salón sale e invade los ambientes apropiados, los clásicos cafés, bares que colocan mesas y empiezan a ser lugares obligados para gente de todos los niveles socio-económicos. En 1938, el Argentino Augusto Vergez se consagra campeón Mundial a 3 bandas y provoca el surgimiento de grandes figuras, que el mundo conoció como la época de oro del deporte Argentino de Billar.

  • El deporte arte en San Juan

El lector se preguntará, qué pasaba en San Juan. Apelaré a mí memoria y comentarios de gente vinculada al billar para tratar de responder. Antes del terremoto de 1944, los lugares de concurrencia eran Confitería El Águila, La Cosechera, La Giralda, los dos últimos frente a la Plaza 25 de Mayo. En 1958 teniendo 17 años, entré por primera vez al famoso Café Ritz, frente a la principal plaza de la ciudad, por calle Rivadavia. Allí conocí a los "taitas" de la época como, Senatore, Betio, Garrido, los doctores Peñaloza y Ortiz y uno que hizo historia, Raúl Orduña, el primer sanjuanino que logró dominar la serie Americana. Era zurdo y daba la vuelta a la mesa haciendo carambola en contra de las agujas del reloj, algunos comentarios escuché que lo vieron hacer 805 carambolas en bolada. En esa época, Orduña peinaba canas y fue dejando el juego, pero apareció un nuevo y exquisito billarista de la especialidad libre que fue el segundo en dominar la serie Americana. Fue amigo de quien escribe, el popular Hugo (Vitrola) Rodríguez y fue tal el amor a este juego que compra una mesa y la coloca en su casa y practicaba sólo para perfeccionarse en el juego del masé, lo hacía con una facilidad natural, eran famosas sus incursiones en los bares de toda la provincia haciendo exhibiciones, incluso llevaba su propio partenaire. 


Es importante recordar al más completo billarista que dio nuestra provincia. Fui su amigo. Se trata de Ricardo Mercado, este fanático del juego arte, le brindó a la afición varios títulos sanjuaninos y cuyanos, en libre, tres bandas y Casín. En su larga campaña en la especialidad Casín venció a cuatro campeones mundiales, nunca pudo ser campeón Argentino, pero siempre fue figura destacada representando a San Juan.

  • El joven sanjuanino que sorprendió al campeón

Tiene una anécdota realmente increíble. Corría el año 1959. Visitaba San Juan el mismo Pedro Leopoldo Carrera, campeón mundial en cuatro especialidades distintas, hacía exhibiciones en distintas provincias argentinas. Fue en el club Español. Fuera de programa aceptó a pedido de los presentes una partida a tres bandas frente a Ricardo Mercado, un joven de 27 años que era el mejor tres bandas de la provincia. El match era a 50 tantos y lo gano Mercado 50 a 49, ante un público que no creía lo que estaba viendo. Con el tiempo este deporte fue perdiendo adeptos, pero con la esperanza de renacer de entre las cenizas. El hombre actual está más apurado para vivir y con menos sencillo en el bolsillo. Los cafés y bares cambiaban la mesa de billar que ocupaba mucho espacio, por los nuevos tipos de esparcimiento, juegos y deportes que aportaron para que esto sucediera.

Por José Luis Carbajal
DNI 6.774.367