El 25 de mayo de 1810 no sólo nació nuestra Patria sino que comenzaron a sustentarse también los principios fundamentales que constituyen el esquema organizativo de nuestro actual régimen político y un claro legado de auténtica concepción democrática. Al conmemorarse otro aniversario de la Revolución de Mayo, advertimos que los documentos históricos de 1810 trazaron los primeros lineamientos en que debía cuajar la Revolución, y de esos documentos surgen en forma elocuente, la libertad y los derechos individuales como base del nuevo ciclo que se abrió con la emancipación del Virreinato del Río de la Plata. 


Por aquel entonces ya se estaba manifestando el antagonismo entre criollos y españoles; también surgieron problemas en el aspecto comercial. Esta sucesión de hechos, más el movimiento de las nuevas ideas político-filosóficas complementadas en el siglo XVIII por un grupo de pensadores como Bayle, Fenelón, Diderot, Montesquieu, Voltaire, entre otros, produjo una doctrina. La doctrina de mayo, y su maduración definitiva fue el producto de largas jornadas de la independencia, del pensamiento y la ejecución de los hombres representativos. 


Puede afirmarse que la Nación Argentina nació y se organizó a consecuencia de los principios de mayo. Pero la grandeza de nuestros patriotas nos demostró que aquella devoción democrática y sus grandes ideales de libertad y redención humana no quedaron encerradas en los límites geográficos de la República, sino que adquirieron dimensiones continentales. 


La Primera Junta de Gobierno presidida por Cornelio Saavedra, determinó que en mayo de 1810 fuera consagrado el principio representativo de origen popular, y si bien no hubo una manifestación expresa sobre la forma de gobierno, surgen las características republicanas, y fue el propio 25 de Mayo el día en que se ha consagrado el principio de elección popular. 


Muchas veces hemos conmemorado la gloriosa gesta de mayo, pero no es tan sólo la recordación de un aniversario; es algo que trasciende nuestras propias vidas, representa el ejemplo más cabal de la Patria en sus inicios, de quienes la forjaron, de sus ideales, anhelos, esperanzas y sinsabores. 


 
Carlos R. Buscemi, Escritor.