Las mejoras en la calidad de vida experimentadas en las últimas décadas, hacen que las personas tengan actualmente la posibilidad de vivir más tiempo. Esto está llevando a un envejecimiento constante de la población, que demanda mejores programas de atención en los aspectos físico, psicológico y social, para garantizar que esos años puedan seguir viviéndose de la mejor manera posible.

Si bien el envejecimiento de la población es un fenómeno mundial, hay que tener muy en cuenta lo que sucede con los adultos mayores en nuestro país y, principalmente, en San Juan donde la mayor parte de los integrantes de la denominada "’tercera edad” poseen como cobertura médico asistencial, obras sociales que en ocasiones no atienden como corresponden a este sector de la población necesitada, generalmente, de prestaciones especiales.

Nuestra provincia tiene la característica de tener a sus adultos mayores repartidos en dos grandes grupos, los que pertenecen a la Obra Social Provincia, por haber trabajado en el Estado provincial, y los que dependen de PAMI, que agrupa al resto de los jubilados nacionales y de la actividad privada. En una menor proporción está un tercer grupo que depende de obras sociales pre pagas que es ínfimo. Los del primer grupo tienen la ventaja de pertenecer a una obra social que comparten con los activos lo que les garantiza cierta calidad de prestaciones; sin embargo el PAMI es exclusivo de los jubilados nacionales, lo que parece ser la causante para que las prestaciones que ofrece dejen mucho que desear.

Son innumerables las quejas que se plantean a diario con este sistema, sin que los responsables de su funcionamiento hayan podido revertir la situación. Desde la atención que se ofrece en el Sanatorio Almirante Brown, pasando por el de las delegaciones departamentales y hasta los turnos que se dan para algunas intervenciones quirúrgicas como las oftalmológicas, y la colocación de audífonos, son motivos de quejas permanentes de los jubilados que mendigan una atención un poco más digna.

Hay que tener en cuenta lo que dice la Organización Mundial de la Salud (OMS) que identifica al envejecimiento de la población como el cambio más trascendente que enfrenta el mundo, y que ve al bienestar de la población anciana como una gran prioridad, para entender que es necesario mejorar el nivel de prestaciones que se está ofreciendo actualmente a los adultos mayores.