Un fenómeno singular se está dando en los Estados Unidos de Norteamérica -la superpotencia que impuso al inglés como idioma universal- al registrarse un descomunal aumento del uso del español debido a que en ese país se calcula que en la actualidad hay más de 50 millones de hispanohablantes. Esta cifra señala que, en estos momentos, hay más personas que hablan español en EEUU que en España donde, según el Banco Mundial, la población asciende a poco más de 46 millones de habitantes.

Más allá de que esta situación hace sentir a los migrantes hispanohablantes como si estuvieran en sus propios países, ha comenzado a preocupar a las autoridades estadounidense quienes están promoviendo medidas para tratar de limitar esta expansión. Más de 20 estados han promulgado leyes para que el inglés se consolide como idioma oficial en tanto el presidente Trump tiene en carpeta la iniciativa de exigir el idioma inglés a quienes pretendan obtener su residencia legal.

De esta forma el idioma de Cervantes sigue ganando espacio a nivel mundial, en competencia con otras lenguas consideradas globales. El uso del español ha dado muestras de crecimiento en distintos puntos del planeta como una lengua asociada más a la cultura que a los negocios.