El 21 de febrero de 1934, ocurrió en San Juan la última revolución sangrienta para derrocar a un gobernador elegido por el Pueblo. A la sazón, era gobernador de San Juan el Dr. Federico Cantoni. La casa de Gobierno estaba ubicada hasta el terremoto de 1944 en calle General Acha entre Rivadavia y Mitre, donde también se ubicaban el Palacio Legislativo y Judicial. Y el Club Social en el mismo lugar en donde está ahora en calle Rivadavia frente a la Plaza 25 de Mayo.

Al medio día, cuando salía en su auto el gobernador se produjo la balacea cuyo recuerdo tenemos en la misma estatua de Sarmiento. Ahora que se ha remodelado y acondicionado el monumento que hiciera el escultor francés Víctor de Pol inaugurado el 17 de noviembre de 1901, me han relatado los obreros que han trabajado en ella, que no sólo tiene el agujero de un proyectil en la nuca nuestro querido Sarmiento sino que tiene más en la parte dorsal.

Cómo me gustaría que se pudieran extraer esos proyectiles para muestra del San Juan violento que entrecruzó balas del Club Social hacia la Casa de Gobierno y viceversa con francotiradores en la plaza. Hubo varios muertos. El mismo gobernador fue herido y llegó hasta la calle Laprida en donde estaba el Dr. Rodríguez, un enemigo político, y lo curó. El gobernador salvó su vida de milagro y comenzó en la provincia la era de las intervenciones.

En la noche se hizo cargo el Ejército que entró por calle Mendoza en contramano hacia la Casa de Gobierno que la gente de antes llamaba "la casa de piedra''. En el Cementerio de la Capital se levantó un mausoleo en homenaje a las víctimas de la Revolución del "34. Para el terremoto quedó destruido y ahí fue lugar de reducciones de cadáveres y depósito de ataúdes.

No supe nunca a dónde fueron los restos de los que estaban enterrados ahí. Ese monumento desapareció.

Todavía viven hijos de aquellas víctimas que nos podrían dar luz sobre nuestra búsqueda histórica. Es importante la comunicación de retorno para aclarar dudas y revalorar la historia. Después se levantó otro edificio que según los informantes oportunos que aparecen en ese lugar iban a servir de oficinas. Para otros iba a destinarse para el crematorio. El caso es que está ahí y no sé qué destino tiene.

Y volviendo atrás, no sólo en la nuca y espalda de la estatua del prócer están las marcas de los proyectiles. También los dos libros que robaron del monumento en una festividad deportiva y que luego fueron reubicados en el sostén de una farola; como una boca abierta se notaban los impactos y había, como un abanico abierto de plomo, una bala instalada en una de los jarrones, que ahora no se ve. Pero yo conservo en una página que escribí en el desaparecido diario Tribuna, en 1960, cuando se cumplían 16 años del terremoto del "44. Quienes tengan curiosidad por verlo en la Biblioteca Franklin están las colecciones de Tribuna. Es una página del 15 de enero de 1960, firmado con mi seudónimo de Silvana Roger. Una lástima que se pintara ese jarrón que era otra marca de los desencuentros de los sanjuaninos.

Antes de cerrar esta información quiero felicitar a la comisión del bicentenario del natalicio de Domingo Faustino Sarmiento, al arquitecto Héctor Muñoz Daract y el Ing. Juan Terranova con quien estuve conversando cuando estaban dando lustre a las placas y quien con buen criterio ha sacado fotos de los cuatro costados del monumento en donde están las placas para que quede en el recuerdo de nuestro patrimonio. Porque dos han sido hurtadas. Y sólo se sabrá cuando se investigue la página de donaciones en el Municipio de la Capital. Un recuerdo que no todos los sanjuaninos saben, pero que está escrito en las páginas de la historia local y está documentado con fotos.

Hubo una comisión revolucionaria con nombres de personas muy reconocidas y de gran trayectoria. Pero en esta oportunidad no he querido hacer historia oficial, sino hablar de hechos anecdóticos de este San Juan que con el gobierno de Ruperto Godoy se pacificó. Por ello es que la Cámara de Diputados cambió el nombre de la calle General Acha y la bautizó con el de este gobernador que falleció el 30 de mayo de 1950. Cuando se produjo la llamada Revolución Libertadora volvió a llamarse esa calle General Acha de triste memoria para los sanjuaninos. Son vaivenes de ideologías diferentes, de odios y desencuentros. ¿Está vigente aun aquella ley de cambio de calle? Porque en el "55 se cerraron las legislaturas y todo fue en carácter de represalias en un gobierno de facto que luego volvió a producirse y cuyas heridas no han cicatrizado todavía. Vivir en paz es el ideal de todo ciudadano. Que nuestra democracia siga vigente por siempre.