El contexto pesa. No es lo mismo hacer una entrevista periodística con un homicida serial, por ejemplo y para tomar un caso extremo, en su celda del Penal de Chimbas, que hacer el mismo reportaje en el estudio del abogado que lo defiende, o en la radio o el diario donde el periodista trabaje. El contexto es importante. Seguramente en su espacio de reclusión el delincuente se sentirá más seguro, y esa seguridad le dará la posibilidad de pensar, de responder distinto y hasta de actuar de manera diferente. Más o menos lo mismo que a un periodista le pasó al gobernador Sergio Uñac ayer al entrar a la carpa de los antimineros en Jáchal. Entró a territorio hostil. Jugó con las armas de personas que no piensan igual. Pero jugó, lo que a su vez implicó un sacudón para quienes llevan meses militando en contra de la minería a gran escala. ¿Sirvió para algo? Es muy pronto para responder esa pregunta, y será difícil responderla en algún momento, ya que la raíz ideológica del problema torna toda la discusión en ambigua, tanto como la opinión de los sanjuaninos sobre la minería: siete de cada diez están de acuerdo con el desarrollo de esa actividad, pero poco más de la mitad cree que contamina.
Para colmo de males hoy llegaría a la provincia Sergio Bergman, ministro de Ambiente de la Nación. El funcionario tiene previsto visitar Iglesia y Jáchal a pedido de los mismos asambleístas que le pidieron a Uñac que cierre Veladero y Gualcamayo. La agenda del funcionario de Mauricio Macri es llegar hoy a Iglesia y recién mañana ir a Jáchal, luego de una visita al jefe territorial, Uñac. Pero el gobernador sanjuanino aún no confirmó si lo va a recibir o no, por tanto esa agenda puede sufrir modificaciones aún. Y anoche otras fuentes ponían en duda, incluso la visita.
Bergman ha cuestionado públicamente los controles que hace el estado provincial con la minería a cielo abierto, por tanto, de ocurrir el encuentro con el sanjuanino, Bergman tendrá la caballerosidad de explicarle en la cara al mandatario en qué cree él que se está fallando. O Uñac de preguntarle amablemente qué quiso decir con eso. Aseguran, aunque nadie quiso confirmar el dato, que Uñac y Bergman ya hablaron telefónicamente hace siete días, y que esa charla no terminó muy bien.
La motivación de Bergman suena caprichosa porque ocurre por pedido de un pequeño grupo de personas y sin sustento científico, ya que ningún análisis serio ha demostrado algún daño a alguna persona tras el derrame de solución cianurada de septiembre del año pasado. Y también da un doble mensaje: mientras Macri elimina las retenciones mineras para facilitar las inversiones, uno de sus ministros hace demagogia. Suena contradictorio. Incluso, y según contaron fuentes macristas en San Juan, el sí de Bergman a los jachalleros le trajo ciertas diferencias con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, de buenas migas con Uñac y los gobernadores peronistas.
Los números
¿Qué dicen los sanjuaninos de la minería? un informe de la Consultora Acierto, al que accedió este diario, trabajado realizado entre el 29 de febrero y el 4 de marzo en el Gran San Juan y Caucete, entre 1.000 casos, indica que el desarrollo de la minería es entre necesario y muy necesario para el 71,3 por ciento de los sanjuaninos. Pero, a su vez, el 55 por ciento cree que contamina. Contradictorio.
Todo indica que lo de ayer fue importante, tanto para los jachalleros por haber sido escuchados como para el gobernador por haber roto el hielo y por la posibilidad de seguir charlando. Por lo que se ve, Uñac no será el que rompa el diálogo, veremos del otro lado qué hacen.