De noviembre de 1936, cuando se inauguró oficialmente, a hoy, el patrimonio acumulado registra 945 piezas que una inmensa cantidad de sanjuaninos y foráneos recién han podido descubrir a partir de 2011, con motivo de la inauguración de su edificio definitivo, sobre Av. Libertador San Martín, junto a la Legislatura Provincial. Precisamente, el periodista Carlos H. Quinteros, quien no sólo ha dado lustre a la profesión entre nosotros durante varias décadas, sobre todo en DIARIO DE CUYO, sino que también protagonizó relevantes gestiones directivas en la Asociación Benefactora del Museo, escribió en este mismo espacio que siendo senador, el ingeniero José Luis Gioja prometió gestionar la construcción del edificio definitivo tan anhelado. Y sólo hubo que esperar hasta 2011, ya que en agosto el propio Gioja, en teleconferencia con la expresidenta Cristina de Kirchner, dejó inaugurada la obra, de inspiración lecorbusiana (Le Corbusier, uno de los arquitectos más influyentes del siglo XX en el mundo) que fuera proyectada y diseñada por los arquitectos Carlos Gómez Centurión, Laura Elizondo y Gustavo Suárez, sobre la base del antiguo edificio del Casino de San Juan. Cuenta con las salas de colección permanente del Museo, Artistas locales, muestras itinerantes, Dibujo y Grabado, Muestra de Arte Europeo (obras del siglo XVII y XVIII), una biblioteca, un auditorio para 170 espectadores, salas para talleres, conservación y restauración de obras, una confitería y una tienda comercial. A su vez, la programación es variada en estilos y géneros artísticos, con ciclos de cine y música, debates, charlas y conferencias. Y llama mucho la atención cómo se generan actividades para niños.

Al frente de este añoso templo sanjuanino del arte había sido nombrada tiempo antes la profesional Virginia Agote, de quien habíamos tenido noticias sobre manejo de estos espacios, primero como responsable de las salas de arte del Centro Municipal Cultural 'Estación San Martín', y antes por su aporte sobre el acervo del premiado Museo del Vino 'Santiago Graffigna' (2003), junto a la responsable del proyecto, arquitecta Adriana Piastrellini. Agote posee antecedentes sobre el manejo de este tipo de espacios culturales dentro y fuera del país, pero en San Juan su labor ha sido muy destacada porque interpretó adecuadamente desde el primer momento el papel esencial de los museos en la sociedad de hoy. Una de las primeras medidas fue poner en marcha un trabajo de restauración en obras que habían padecido la falta de conservación, razón de ser originaria de los museos porque es la única manera de substraer una obra humana, oportunamente valorada como una excepción, al paso del tiempo. Así, aparecen la restauración de más de 45 obras que ejecutó el conocido restaurador Domingo Tellechea, a lo largo de 9 meses, y numerosas iniciativas como, por ejemplo, modificaciones inclusivas realizadas al museo que hoy permiten la visita de no videntes mediante textos curatoriales y epígrafes en escritura Braille, así como reconocimientos por parte de la Fundación Konex por el aporte a las Artes Visuales en la Argentina.

Más allá de todo lo realizado, sería bueno que cada tanto se hicieran consultas a los especialistas de la Universidad Nacional de San Juan, ya que el conocimiento nunca perturba, pero sin olvidar que todo museo es de los artistas. Finalmente, es fundamental subrayar la necesaria buena administración y el apoyo del gobierno de turno y de empresas privadas, como lo ha gestionado Agote, a quien esperamos seguir viendo en estas mismas funciones en la próxima etapa.