Cuando hablamos de comunicación siempre destacamos las vertientes de la comunicación contingente o comunicación periodismo, publicidad, propaganda, relaciones humanas y relaciones públicas. Hasta hace poco tiempo quienes se interesaban por las relaciones públicas se preocupaban en conocer los aspectos teóricos de esta ciencia. Actualmente se procuran determinar, fundamentalmente los caminos más prácticos y eficaces para su aplicabilidad. Previa a las relaciones públicas se dan las relaciones humanas, que considera al hombre objeto y sujeto de éstas.

La filosofía que fundamenta la existencia, la planificación que exige la materialización de toda acción práctica y el ejercicio de las comunicaciones, son los tres pilares fundamentales, independientes pero de íntima y estrecha relación donde se asienta esta moderna ciencia. Organización institucional, comunicación institucional, relaciones humanas y públicas son los diferentes nombres de las asignaturas que hoy forman parte los planes de estudios: secundarios, terciarios, universitarios y cuaternarios.

Las relaciones públicas mejoran la imagen de las instituciones a través de técnicas oportunas para, entre otras: fortalecer y consolidar las estructuras de las instituciones, integrar y afianzar los valores humanos, establecer mejores canales de comunicación, arraigar y conservar el estilo de vida de la entidad. Las relaciones públicas no son una elegante vitrina diseñada para que se expongan aquellas políticas y acciones que no merecen el interés y la aprobación por parte del público. Así pues, las buenas relaciones públicas de importantes organizaciones empiezan con ideas claras y un liderazgo integrador, una actuación práctica basada en la ética, la honestidad y en el deseo de servir el interés del público.

Como alumno de la cátedra Organización Institucional que se dicta en el Departamento de Ciencias de la Comunicación en la Tecnicatura Universitaria en Periodismo y en la Tecnicatura Universitaria en Publicidad y Propaganda, el señor Luis Eduardo Meglioli elaboró una producción sobre la Biblioteca Popular "Opinión de Juventud" fundada en 1971 y asociada el Rotary Club de Rivadavia, en 1997.

El trabajo consta de dos partes, conceptual y trabajo de campo, conclusiones y anexos (cuatro), relacionados con las bibliotecas populares. Destaca cómo funciona la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip). Hay un texto elaborado por el autor sobre "De cómo el libro goza de buena salud" que fue publicado en el libro homenaje a la Dra. María Isabel Larrauri Larrea, actual rectora de la Universidad Católica de Cuyo (2006). Y por último figura también el material bibliográfico que fue fuente de información.

En la oportunidad para elaborar el trabajo y deducir propuestas oportunas se cumplió con las cuatro etapas del proceso de las relaciones públicas: investigación y audición, planificación y conclusiones, comunicación y evaluación. La práctica organizada es el esfuerzo continuo hacia la adaptación armoniosa de la institución a sus públicos. Entre otras cosas, esa adaptación requiere el intercambio de opiniones y de información.

En la compleja sociedad del siglo XXI ello no se produce espontáneamente, sino que ha de ser planeado y ejecutado, misión que corresponde al profesional. Este desempeña al propio tiempo la función de oyente, asesor, informador y evaluador. En este trabajo, el autor elabora estrategias con el fin de mejorar el perfil de la biblioteca popular en estudio. Formar parte de su contenido, copia del Decreto de fundación y del Estatuto. Un número considerable de material gráfico ilustra este trabajo final que merece destacarse por la autenticidad y la claridad de la información.

A través de esta publicación recordamos a nuestro comprovinciano, Domingo Faustino Sarmiento quien contribuyó al engrandecimiento de las bibliotecas populares. Al referirse a ello, el historiador César H. Guerrero expresó: "Este es el Sarmiento animador, fundador y propulsor de bibliotecas populares argentinas, que con impulso potente elevó al infinito sus conocimientos, en procura de santificar su credo educativo por medio de la lectura", esa lectura que se concreta en el libro, materia prima de las bibliotecas. "El libro es como la cuchara, el martillo, la rueda, las tijeras. Una vez se han inventado, no se puede hacer nada mejor. El libro ha superado la prueba del tiempo. Quizá evolucionen sus componentes, quizá sus páginas dejen de ser de papel pero seguirá siendo lo que es", expresa Umberto Eco.