Según el FMI, Bolivia cuenta con la economía informal más grande del mundo.

La economía informal boliviana ha sido en principio uno de los sectores más afectados por la crisis en el país, tras la renuncia de Evo Morales a la Presidencia y los disturbios que han obligado a vendedores de la calle y demás pequeños comerciantes a cerrar sus ventas.


Este jueves ya se cumplen cuatro días desde que Morales renunció a la Presidencia y 25 de las elecciones del 20 de octubre, tras las que se denunció el fraude y se desencadenó una ola de protestas por todo el país en favor y en contra del ahora exmandatario, con un resultado de ocho muertos y casi quinientos heridos.


La senadora opositora Jeanine Áñez es desde este martes la presidenta interina de Bolivia.


Las actividades en Bolivia no se habían interrumpido pese a las movilizaciones, sin embargo, desde el pasado viernes tras el amotinamiento de los policías en varias ciudades, los comerciantes cerraron sus negocios por temor a los saqueos, el transporte disminuyó, así como los transeúntes, lo que afectó a los vendedores ambulantes.


Según un reciente estudio del Fondo Monetario Internacional (FMI), Bolivia cuenta con la economía informal más grande del mundo, lo que representa aproximadamente el 62,3% del Producto Bruto Interno (PBI).


No es necesario medir con cifras del impacto de la crisis sobre las actividades laborales informales, sólo es cuestión de caminar dos o tres calles por las ciudades de La Paz o su vecina El Alto y no ver ni un solo vendedor con su puesto improvisado en una esquina o algún malabarista o limpiavidrios en un semáforo.


Otro de los grandes afectados serán los bonos sociales, que se financian de los aportes que reciben a través de empresas como la estatal Mi Teleférico en La Paz y El Alto, una de las más grandes del mundo y que lleva varios días sin funcionar por las protestas.


Evo Morales llegó al poder en Bolivia en 2006 y revolucionó la precaria economía que arrastraba ya las crisis desde 2001, cuando más de un tercio de la población era pobre.


Una de sus principales reformas fue la nacionalización de los hidrocarburos y sus posteriores acuerdos con grandes empresas como la española Repsol o la rusa Gazprom, con lo que pudo adelantar grandes obras de infraestructura como carreteras y puentes.


Con una inflación que no supera el 1,5 % anualmente, su moneda el boliviano no varía frente al dólar, los grandes recursos mineros y en hidrocarburos y el fortalecimiento de la economía interna, demuestran estabilidad de la economía boliviana.


Según datos oficiales, unos tres millones de personas han pasado a ser parte de la clase media, que representa el 62 % de los 11,5 millones de habitantes de Bolivia.


Todos esos datos ubican al país entre uno de los mejores de Latinoamérica, por lo menos en uno de los que ha registrado un crecimiento sostenido y que ha logrado sortear crisis económicas regionales como la Argentina.


Gary Rodríguez, gerente general de Instituto Boliviano de Comercio Exterior, dice ante la actual coyuntura que se debe crear "un gran pacto social productivo para tomar medidas que formalicen más la economía como disminuir impuestos, pero ampliar la base productiva, eliminar el contrabando, liberar las exportaciones y cuidar la deuda externa''.

Por Laura Núñez Marín
Agencia EFE