El término estética deriva de la palabra griega "aisthesis", que significa sensación, conocimiento obtenido a través de la experiencia sensible. Sin embargo, hoy en día se refiere a una rama de la filosofía que se ocupa de analizar y resolver todas aquellas cuestiones relativas a la belleza y al arte en general. Es por tanto una ciencia de lo bello o una filosofía del arte.
Hay que diferenciar no obstante entre la estética y la filosofía del arte, ya que esta última abarca un ámbito mucho más limitado que la estética, restringiéndose a las obras de arte y excluyendo a la naturaleza como objeto de estudio. La estética trata el problema de la belleza sin acotar su objeto a un campo determinado e incluso trata las relaciones existentes entre el arte y la naturaleza. En el aspecto filosófico, es la disciplina que trata de lo bello (entendido en el sentido amplio que abarca lo artístico, las diferentes categorías estéticas -sublime, gracioso, lindo, ridículo, trágico, etc.-, lo bello natural, moral y cultural) y los diferentes modos de aprehensión y creación de las realidades bellas.
En lo particular sostenemos que no se puede reducir lo bello al juicio crítico que la persona haga de ello, pues, su ámbito de valor se corresponderá a una visión subjetiva, cuando no a una evaluación preconcebida de una manera de ver la realidad más allá que ella se ajuste o no a determinadas normas o pautas estéticas. Sin embargo, desde Cuyo hacemos referencia al objeto de estudio de la estética, lo bello, como la apreciación sin más de la naturaleza tal como se presenta en su ser, ya que lo bello como elemento fundante no se reviste de un antivalor, por tanto el mérito de tal apreciación no está ni en el objeto considerado, ni en el sujeto que estima, sino en la forma de cualificar lo que el objeto presenta en su develación. Esto no equivale a una crítica estética, sino a una captación de lo bello, libre de prejuicios y preconceptos aunque posteriormente se haga una descripción del hecho estético.
Nuestra provincia, presenta lo que damos en llamar ciertas categorías de lo estético, en virtud de nuestras propias construcciones valorativas, las que intencionalmente delineamos para que tales sean un cuerpo referente respecto al aprecio de lo auténticamente nuestro y cuyano.
Por ello detallamos categorías estéticas en un esfuerzo por observar lo bello desde el ser sanjuanino, es decir, que cualquier percepción estética que se haga desde nuestro entorno necesariamente deberá contemplarlas: 1- El viento Zonda; 2- Villa del inmigrante; 3- La idea sobre piedra y 4- Transferencia educativa. Por el primero, cualquier rasgo descriptivo deberá contemplar el clima como factor determinante de nuestro medio. Por el segundo el reconocimiento de nuestra propia etnia y cultura será la condición en cuanto a la concepción de lo cuyano. Por el tercero las ideas que en el campo estético se generen deberán tener en cuenta su manifestación y no sólo su expresión conceptual, y por el cuarto, verdaderas experiencias que superen el momento evaluativo en la educación, permitirá crear una innovación en el aprendizaje en cuyo diseño el pueblo es "actor de la enseñanza".
Estas cuatro cualidades estéticas serán progresivamente posibles en la medida en que como dialéctica se emplee una "artística integrada" que hace referencia a un sistema de contenidos donde en su producción, lo artístico y las prácticas integradas son compatibles con lo estético y totalizador del arte comunitario en el que se complementan las tradiciones y costumbres de un pueblo, es decir, el sentir por la creatividad y expresión del espíritu popular incluyendo en el a todos y cada uno de los actores que intervienen en la vida diaria y participan del fenómeno cultural.
La participación activa estará en recorrer el camino, superando instancias hasta encontrar la esencia de la idea que expresa "lo bello en San Juan", "lo nuestro" en su manifestación estética y luego seguir el proceso hasta alcanzar la idea de lo bello logrando una conjunción en lo artístico representativo.
