"El Universo" de Ecuador, el martes 25 de enero de 2011, publica una columna de Paul R. Krugman, economista norteamericano, docente en las principales universidades del mundo, Premio Príncipe de Asturias y Premio Nobel de Economía. El segundo nombre de Krugman es Robin, será por eso que su temperamento es crítico a las políticas recesivas del FMI y aplicadas en nuestro país de 1976 a 2004 y que nos dejaron al borde del knock out.

En jerga económica a esas políticas se las denominan "Hood Robin", ya que terminan sacándole a los pobres para darles a los ricos, al contrario de lo que hacía el arquero de la edad media, que realizaba sus tropelías robándole a los ricos y distribuyendo entre los pobres.

Por eso, para comprender la micro y la macro economía, no hay autor como el "viejo" Samuelson, (con el mayor de los respetos que me produce el hecho de ser quien me introdujo hace mas de 40 años en el estudio de la economía) y también para comprender el mundo económico de hoy, al que hemos llegado por el devenir histórico de los hechos e ideas. Hay que leer a Krugman, un heterodoxo respecto a la tradicional economía clásica, un keynesiano no marxista, pero tampoco un convencido que: 1. la eficiencia microeconómica hay que medirla por la tasa de rentabilidad obtenida y 2. que las crisis, macroeconómicas de las superpotencias se deben exportar hacia la periferia "porque a la larga eso tiene un efecto de sumatoria cero".

En el artículo citado, dice Krugman que China está recurriendo a la utilización de las políticas económicas de Nixon, de triste memoria en la historia de las ideas económicas, sobre todo, para los que conocemos los objetivos técnico-ideológicos que tuvo J.M. Keynes para crear el FMI y cómo, sus argumentos fueron rebatidos por Mr. Withe, ministro del Tesoro de los Estados Unidos, en 1944, cuando sostuvo que "la libra esterlina no podía ser la divisa internacional porque no tenía respaldo oro", siendo que el 17 de agosto de 1971, Nixon, presidente de los Estados Unidos decretó que el dólar dejaba de ser convertible en oro, procediendo así a la estafa mas grande que la historia económica mundial haya conocido. Desde entonces, según versiones, el respaldo de oro de la Reserva Federal es de sólo 8800 millones de onzas troy, una gran preocupación por parte de quienes conocen esta realidad, y especialmente para China quien es tenedora del 70% de la deuda soberana de EEUU.

Fue una gran estrategia de los financistas del tesoro para que la salud de la economía norteamericana sea lo más sólida posible. Además Nixon con este accionar y con otras incongruencias erosionó la economía con un proceso inflacionario, similar al de China hoy, con esfuerzos denodados por "apretar" los precios, "contener" los aumentos de salarios y todas las medidas en las que los "economistas argentinos" somos especialistas y que nunca han dado resultado. El único remedio contra la inflación es aumentar la tasa de inversión, para generar mayor producción, mayor empleo, mayor consumo y, como consecuencia de ello, la cantidad de PBI obtenido será paulatinamente, equivalente a la cantidad de dinero, multiplicado por su velocidad de circulación.

Krugman sostiene que si bien China es un país actualmente "pobre", por su crecimiento económico y su peso especifico como país en poco tiempo mas igualará a EEUU como potencia, si aprende las reglas básicas de la macroeconomía capitalista, área en donde parecería que no tiene muy claro la función de la política monetaria y especialmente cambiaria. Esta situación está llevando a China a cierto grado de descontrol que hace que muchos economistas estén anticipando una nueva crisis económica mundial, si China insiste en lo que Krugman considera un error fundamental: mantener bajo el valor de su divisa respecto al dólar.

Esto favorece a las exportaciones chinas mientras mantiene "en calma" a las importaciones, variable que ellos manejan bien en función de su consumo potencial, lo que implica también manejar un potencial importador muy grande ya que al mantener sobrevaluado al dólar tienen gran poder de compra en el extranjero, y por lo tanto un poder importador manejable, frente a un gran poder exportador a bajos costos, lo que Krugman critica como una economía de suma cero, porque provoca que la tasa mundial de desempleo se incremente.

La política agroexportadora argentina hacia China debe ser de cuidado y siempre tratando de darle el mayor valor agregado, ya que el potencial industrial chino hará que los commodities que hoy nos compra, mañana nos los venda al Mercosur transformados en productos industriales de muy bajo costo, que competirán con nuestra incipiente agroindustria.

Creo que se debe dar aplicaciones prácticas a la teoría de Krugman y los operadores económicos no deberemos descuidar sus escritos porque siempre dejan un importante contenido para aplicar en nuestro diario quehacer, aunque sea como simples consumidores, pero mucho más si somos productores de algún commoditie que va a parar a China.