Tanto en el sector público como en el privado, el fenómeno de las colas para hacer cualquier tipo de trámite está ocasionando numerosos inconvenientes a la población en general. Hay un aumento por parte de la ciudadanía del requerimiento de atención a la hora de cumplir con trámites oficiales, pago de impuestos, boletas de servicios y otras obligaciones de caracter masivas que no está siendo atendido en la medida de lo necesario.

El problema se ha agravado por una serie de factores, como por ejemplo la decisión de los agencieros de quiniela de dejar de percibir el pago de boletas de servicios y los horarios fijados por los supermercados, que es limitado. También hay que considerar que las mayoría de las entidades bancarias no habilitan ventanillas de cobro por la tarde -a excepción del banco que actúa como agente oficial del gobierno- lo que hace que por las mañanas estas instituciones se vean colmadas.

En el ámbito estrictamente público, el fenómeno se ha manifestado, en estos últimos días, en toda su dimensión, en ocasión de las inscripciones para el programa de "Asignación universal por hijo", que produjo aglomeraciones frente a la Anses y en dependencias del Registro Civil.

A pesar de que en nuestra provincia está vigente la Ley anticolas, es por todos conocido lo difícil que resulta su implementación. El problemas de las colas deberá ser abordado controlando más estrictamente a las entidades que las promueven, o buscando erradicar las causas que las generan, como es el escaso personal asignado a la tarea de atender al público.