A quienes hace ya algún tiempo venimos estudiando la macroeconomía, nos corre una sensación de frío por la columna, cuando vemos lo que esta sucediendo en tres economías que son decisivas para proyectar un análisis económico global, no sólo ante el temor a la crisis, sino al hecho de que los operadores micro y macro económicos en Argentina y en San Juan, no tomen debida nota de lo que puede ser dejarse dominar por el pánico y no hacer de la crisis una oportunidad para replantear situaciones y aprovechar la coyuntura.
La macroeconomía nos enseña que la primera variable a analizar es la de los ingresos, y que en este rubro debemos partir analizando el ingreso promedio por habitante y luego determinar cual es la renta disponible que le queda, a quien percibe un suelo luego de haber pagado sus impuestos. Pero, actualmente, inmersos en la crisis del "Anno Horribilis", como se ha dado en llamar a la crisis económica mundial iniciada en 2008, hay otro análisis que hacer y que es la variable financiera, ya que a un sueldo promedio hay que restarle el pago de impuestos y mas un 14% de promedio que es lo que un individuo medio en Japón, en EEUU o en Inglaterra debe pagar por la deuda crediticia asumida cuando adquirió su vivienda, y esto vale solo para aquellos que hoy pueden conservar un puesto laboral y un techo donde guarecerse.
En la Argentina, si bien la crisis financiera es menos fuerte que en esos países, debemos preguntarnos que renta disponible le quedara al trabajador medio global para destinar al consumo y al ahorro. Pregunta de difícil respuesta, especialmente para los argentinos que tenemos como motor económico el comercio internacional de commodities, pero mas preocupante es para los sanjuaninos que no solo exportamos materias primas sino que agregamos valor, en mano de obra, en procesos industriales, en transporte y logística, en desarrollo de mercados para ubicar nuestra producción minera, de uvas en fresco, de pasas de uvas y de concentrados de jugos de uvas para edulcorantes.
Para poder responder, casi con objetividad científica al interrogante de más arriba analicemos algunas cifras sobre los ingresos promedio en Japón, Inglaterra y EEUU: El salario medio en Japón sufrió el pasado marzo la mayor caída interanual desde 2002, debido a la dura recesión que sufre la economía nipona como resultado del desplome de sus exportaciones, motor económico del país. En concreto, el sueldo medio mensual bajó un 3,7% con respecto a marzo de 2008, la mayor caída desde julio de 2002, según los datos del Ministerio de Trabajo, informa Bloomberg. No obstante, las horas extra han bajado en conjunto un 20,8%, mientras que el recorte alcanzó todo un récord en el sector manufacturero (49,5% interanual).
Por su parte, el salario medio semanal en Reino Unido se desplomó al ritmo más rápido de los últimos 60 años el pasado febrero. Según la Oficina Nacional de Estadística, la caída fue del 5,8% interanual, hasta las 459 libras semanales. En el sector privado, el recorte alcanzó el 7,7%, hasta las 463,5 libras , frente a una subida del 3,2% en el sector público ( 442,9 libras por semana), informa el diario británico Telegraph.
Por último, el salario medio de los trabajadores de EEUU se ha estancado e, incluso, ha registrado igualmente descensos en algunos sectores. Un dato preocupante, ya que la mayoría de estadounidenses ha sufrido importantes pérdidas patrimoniales tras el desplome del precio de la vivienda y las pérdidas de sus planes de pensiones.
Numerosas empresas han decidido recortar horas de trabajo, percibiendo así menores sueldos. Y no sólo en el sector privado. El Estado de Indiana ha congelado el sueldo a los funcionarios, mientras que los gobiernos de Maryland y California han optado por recortar plantilla en la administración.
No quiero aparecer como pesimista, al contrario, quiero que los responsables de la microeconomía (los empresarios) y los responsables de la macroeconomía (políticos) tomen conciencia sobre la realidad de la crisis y la transformen en una oportunidad, a efectos de volver a perder el tren al futuro.