Al producirse la Revolución de Mayo de 1810 es oportuno recordar o preguntarse cuál era la situación política-económica de San Juan, o más ampliamente, de la zona denominada ya en ese entonces como Cuyo. Conviene aclarar previamente que el vocablo "Cuyo" lingüísticamente ha generado ciertas polémicas en cuanto a su origen. Generalmente, los historiadores cuyanos reputados como clásicos indican erróneamente que este vocablo proviene de "Cuyum", de posible origen quechua o araucano. Hasta lo traducen diciendo que significaría "vasallo del Cuzco", o "tierra arenisca", entre otras significaciones. Con pruebas documentales, la doctora Catalina Michieli expresa que esta aseveración es falsa. Aclara que este nombre no ha sufrido cambios morfológicos ni fonéticos desde el siglo XVI, excepto el eventual cambio de "y" por "i" (Cuio). Dice que "su origen está en la misma región, ya que era una de las denominaciones indígenas con que se conocía el valle conformado por el actual río Mendoza, donde se asienta la ciudad homónima y sus alrededores". También apunta que como todo nombre indígena es imposible su traducción, so pena de cometer una falsedad histórica.

Antigua Plaza Matriz, de Mendoza.

En cuanto a la denominada región de Cuyo, histórica y geográficamente indica hasta el presente el territorio comprendido por las actuales provincias de Mendoza, San Juan y San Luis. Antiguamente integraron la "Provincia de Cuyo del Reino de Chile", también llamada "Chile Oriental o Trasmontano", formando parte de la Capitanía General de Chile y ésta a su vez, del Virreinato de Perú. Las tres provincias cuyanas formaron el Corregimiento de Cuyo. Cuando en 1776 se creó el Virreinato del Río de la Plata, pasaron a formar parte de esta nueva entidad política. Años después, con la implementación de la Real Ordenanza de Intendentes de 1782, quedaron bajo la potestad política-administrativa de la Intendencia de Córdoba del Tucumán -con capital en Córdoba-. Sin embargo, eclesiásticamente, Cuyo continuó dependiente de Chile hasta 1806, cuando se dispuso su anexión al flamante Obispado de Córdoba. Políticamente, en cada ciudad cuyana existía un Subdelegado de Real Hacienda y un Comandante de Armas, subordinados a la autoridad residente en Córdoba. Cuando acontecieron los sucesos de mayo, era gobernador intendente Juan Gutiérrez de la Concha. Córdoba fue uno de los núcleos de la vanguardia realista que terminó con los fusilamientos en "Cabeza de Tigre". Entre los ejecutados, se encontraba el héroe de las invasiones inglesas, Santiago de Liniers.


En ese entonces, la región cuyana tenía una población de aproximadamente 27.000 mil habitantes. En cuanto a las actividades económicas, el informe del Marqués de Sobremonte, quien ocupó el cargo de intendente, refiere las siguientes observaciones: "Esta ciudad (Mendoza) es cabeza del partido de Cuyo. Es de suma fertilidad y abundancia: su principal comercio es los vinos el país y está regado por un río que desciende de la cordillera de Chile". En cuanto a San Juan apunta: "Es ciudad bastante grande y su comercio general vinos y aguardientes que se sacan para Córdoba, Buenos Aires y aún para el Perú". De San Luis expresa: "Está en la línea de Frontera al Sur con la de Córdoba y Mendoza; es ciudad de corto vecindario y comercio".