El enfoque de competencia no es una novedad, ni un descubrimiento de los pedagogos contemporáneos. 


 
La situación del mundo actual produce un impacto muy importante, no sólo en los aspectos que hacen a la producción o a la economía, sino también en lo político y cultural, es decir, en el ambiente social.

"Sabemos que estamos ante la presencia de un sistema educativo sin calidad, característica esencial de la educación. Finalidades con la competitividad económica, desempeño ciudadano, equidad social, deben ser características esenciales de una educación de calidad para todos (Juan Carlos Tedesco, pedagogo e investigador argentino). El Gobierno de la provincia ha fijado su política sobre dos pilares: Educación y Deporte. Acorde con ello el Ministerio de Educación está aplicando el "Plan Provincial basado en capacidades y competencias''. En muchas ocasiones me he referido a este contenido, pero es preciso continuar reflexionando sobre esta escuela del siglo XXI, quien debe transitar de un modelo pedagógico centrado en la figura del maestro, hacia la posibilidad de que el alumno desarrolle una constelación de competencias. 


Las competencias se aprenden, se construyen en el tiempo, no son innatas. Tener competencia es usar el conocimiento para aplicarlo en situaciones nuevas o imprevistas, fuera del aula, en contextos diferentes y de manera eficiente. Son habilidades, actitudes y valores que deben desarrollar los alumnos de manera apropiada en cualquier entorno productivo. El país necesita personas polivalentes, que sepan identificar oportunidades, crear negocios, asociarse con otros, generar unidades productivas de carácter asociativo y cooperativo. Los alumnos deben desarrollar competencias laborales en las instituciones. Es decir crear los puentes que el país necesita tender entre el sector educativo y productivo 
Sabemos que el emprendimiento se ha incorporado a los proyectos de aula en los distintos niveles. Es necesario privilegiar el emprendedurismo en los alumnos, desarrollando así, competencias laborales entre las que está: creatividad, autonomía, liderazgo, manejo de conflictos, trabajo en equipo, gestión y administración de recursos. Es fortalecer el trabajo de competencias laborales vinculándolas al plan curricular de las distintas áreas. La aplicación de estos enfoques basados en capacidades y competencias, permiten que el docente no use sólo un recurso, sino las herramientas pedagógicas, entre ellas las tecnológicas, necesarias a fin de lograr las distintas competencias en el aula. Es prioritario que las reformas en el sistema educativo den respuestas a los desafíos actuales como la inclusión y la calidad educativa. La sociedad del conocimiento propone relaciones más fluidas entre escuela abierta, conectada con su entorno social y cultural, capaz de innovar. El tiempo, espacio, recursos didácticos, contenidos, formas de enseñanza, procesos, resultados, formación docente, jerarquización y salarios docentes, aumento del PBI, son algunos de los aspectos a repensar de manera conjunta entre el Gobierno y toda la sociedad.