Distintos expertos en comunicación audiovisual han coincidido en que el uso de la computadora, y consecuentemente de la posibilidad de ingresar a Internet, es más beneficioso para el ser humano que el hábito de ver televisión. Algo similar ocurre con la utilización de los llamados videojuegos, los que hace poco fueron considerados como un fenómeno cultural equiparable a los libros, a los que hay que proteger de las opiniones en contra que habitualmente se ponen de manifiesto.
Desde hace un tiempo, los especialistas consideran que los videojuegos son una forma de expresión artística, tanto por su estética visual como por su música o sus recursos narrativos y que su utilización no resulta todo lo contraproducente que se cree, ya que al igual que con Internet o demás recursos informáticos, contribuyen a agilizar la mente de quienes los utilizan.
En realidad, los que se expresaron a favor de los videojuegos son los integrantes de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos que en un caso establecido en 2005, entre el Estado de California y la firma Entertainment Merchants Association (una asociación que reúne a los estudios, distribuidores y cadenas de negocios que venden videojuegos y DVD), determinó que los videojuegos son una forma de expresión equiparable a los libros o las películas, que comunican ideas usando las herramientas del medio y que, por lo tanto, quedan dentro de la protección que otorga la Primera Enmienda de la Constitución estadounidense, en relación a la libertad de prensa y de palabra.
En la Argentina existe especial interés por la posición asumida en los Estados Unidos, porque es en ese país en el que tienen su sede central las principales compañías productoras y distribuidoras de videojuegos. Por consiguiente, cualquier medida judicial o administrativa que se tome en el país del Norte repercute directamente en nuestro país como en distintos lugares del mundo.
Más allá de la consideración que los gobiernos tengan para con los videojuegos, hay que tener en cuenta que la Sociedad Argentina de Pediatría ha observado que es de fundamental importancia que los padres deben acompañar y supervisar a sus hijos a la hora de utilizar uno de estos videojuegos. También es imprescindible que los progenitores estén atentos al grado de violencia que demuestre cada uno, ejerciendo un efectivo control para que los más chicos no reciban una influencia que, en definitiva, es manejada por extraños. De igual manera, la advertencia es válida para Internet.
