El resto, 5.000 millones de personas, ni siquiera tiene computadora ni celulares o vive con acceso a telefonía e Internet limitados y costosísimos, o en países con gobiernos opresores que restringen la navegación. La brecha digital es la que genera mayor disparidad social. En una época en que la economía de un país ya no se mide por sus recursos sino por como administra la educación y el conocimiento, la conectividad es un factor clave del desarrollo.
El desafío de reducir esa brecha en el mundo es titánico, porque hasta existe en países ricos como Estados Unidos, donde el 30% de los hogares no utiliza Internet por altos costos y que aquellos que más lo usan suelen ganar más de 50.000 dólares al año y tener estudios universitarios, según el Ministerio de Comercio.
El creador de Facebook, Mark Zuckerberg, asumió el desafío anunciando la creación de un consorcio con los fabricantes de telefonía móvil Ericsson, Nokia y Samsung, el buscador Opera y los proveedores de servicios en redes MediaTek y Qualcomm. La nueva compañía, Internet.org, prevé hacer más barato el acceso y la distribución de datos, crear nuevas infraestructuras de comunicación digital y fabricar teléfonos móviles de bajo costo, sin sacrificar la conexión.
Propone servicios de Internet a través de móviles regulares, no inteligentes, como en varios países de África, donde su proyecto Facebook Zero, ya duplicó el nivel de conexión. Por su parte Microsoft formó una alianza con otras 23 empresas de tecnología inalámbrica, y Google lanzó el "’Proyecto Loon”, para dar mayor conexión en áreas remotas mediante globos aerostáticos.
Aunque los críticos consideren que estas empresas estén detrás de su beneficio, la búsqueda por cerrar la brecha digital ensanchando la conectividad, redundará en beneficios para todos. Según Zuckerberg, al reducir el costo de distribución de datos, calculado en 100 veces superior a lo que debería ser, los usuarios no serán castigados con planes mensuales de descargas de datos que son más caros que los propios dispositivos móviles y computadoras.
Alcanzar esta propuesta, es complicado. Los retos son grandes tanto a nivel económico y técnico como político. En muchos países la infraestructura de comunicación es tan deficiente como el sistema vial, la banda ancha es inexistente o no tiene prioridad, los gobiernos imponen costos enormes por licencias de operación y prefieren que Internet no sea asequible para todos como método de control.
A esto hay que sumarle que los usuarios están más cuidadosos y escépticos sobre los beneficios de navegar en Internet, por temas relacionados a espionaje gubernamental y pérdida de la privacidad. Las denuncias del excontratista estadounidense Edward Snowden expusieron el masivo esquema de vigilancia del Gobierno de EEUU sobre la red, mientras que los informes recientes de transparencia de compañías como Facebook, Google y Twitter, mostraron que todos los gobiernos, incluidos los latinoamericanos, investigan y exigen datos sobre los usuarios.