Numerosas ciudades latinoamericanas, incluidas varias argentinas, tienen una especie de movimiento tendiente a ejercer un control comunitario del ámbito gubernamental, para garantizar una mejor calidad de vida a sus habitantes.

Alrededor de 37 ciudades de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay, integran la "Red Latinoamericana de Ciudades Justas y Sustentables", con el objetivo conseguir cambios estructurales impulsando diagnósticos precisos y metas de Gobierno que puedan ser evaluadas periódicamente, como un seguimiento de la ciudadanía a la gestión y generar propuestas para mejorar las políticas públicas. Son ciudades que adoptaron denominaciones sugestivas como "Nuestra Córdoba", "Nuestra Mendoza" y "Nuestra Buenos Aires"; o a fechas o slogans que apuntan hacia el futuro como "Bariloche 2100", "Rosario sustentable" y la reciente "San Martín de los Andes cómo vamos".

En Maipú, Mendoza, los vecinos pueden controlar al gobierno municipal, a través de una ordenanza que autoriza auditar las metas políticas y comprobar si se cumplen o no, y en que medida benefician a la población. Es la primera vez que en la Argentina se dicta una norma de estas características. El Concejo Deliberante de Bahía Blanca ha creado una oficina de monitoreo legislativo, un espacio para ampliar la comunicación e interacción legislativa municipal con organismos públicos, académicos, ONG y demás entidades de la ciudad.

Este movimiento apunta a mejorar la interrelación entre los funcionarios y la comunidad, para activar sistemas de controles que lleven a cumplir metas de gobierno anunciadas al inicio de sus gestiones.