El gobierno de la provincia de San Juan acaba de firmar un convenio mediante el cual personas del PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente) auditarán la performance medioambiental de los emprendimientos mineros en la provincia. Lo harán sobre los principales factores ambientales, esto es el agua, el aire, el suelo y los recursos bióticos (flora y fauna).
¿Conocías que un relevamiento exhaustivo sobre el medio ambiente es realizado por los emprendedores (Informe de Impacto Ambiental) y presentado obligatoriamente ante la autoridad de contralor provincial, ya que sin su permiso no puede moverse una sola piedra de un yacimiento mineral? Y que este informe es evaluado por funcionarios competentes en reuniones de trabajos interdisciplinarias donde lo analizan y dictan resoluciones proponiendo cambios, aprobándolo o rechazándolo. Que así nacen las líneas de bases ambientales las que ponen en número los valores naturales de los distintos factores ambientales en la región del país en que se encuentra un yacimiento, antes de que este pueda convertirse en mina. Y que por ejemplo en el caso de ríos y cuencas subterráneas podemos conocer ahora qué elementos acompañan al agua en las distintas épocas del año, caudales medios, turbidez, contenido de oxígeno libre, temperatura, magnitud de recarga anual de acuíferos, materia orgánica constitutiva, etc, etc.
¿Sabías que esta información no la teníamos, y es aportada desde la minería al conocimiento general de la población? Y que sólo a partir de ella se está en condiciones de poder medir y trabajar sobre los impactos que se producen. Y que no hay en argentina otra actividad primaria o industrial que actúe con tanto compromiso con el objetivo de lograr un correcto relacionamiento medioambiental.
¿Conocías también que desde 1995 estos estudios se realizan en nuestro país, y que fueron realizados de un lado y del otro, es decir desde la empresa y desde el Estado, por capacitados técnicos y profesionales argentinos? Que estos demuestran a diario sus capacidades para llevar adelante las labores de una mina, respetando y haciendo cumplir los más altos estándares de seguridad, calidad de producción y resguardo ambiental. Que lo aprenden en las aulas y lo desarrollan y perfeccionan en el ejercicio de sus responsabilidades. O que del lado del Estado, la policía minera con iguales exigencias y con apretados sueldos; controla y exige la explotación racional del recurso no renovable, vela por los procedimientos que otorgan la mayor seguridad a los trabajadores mineros y auditan que los valores de emisiones no traspasen los niveles permitidos por la ley 24585, y autorizados en la Declaración de Impacto Ambiental.
¿Si sabías todo eso quiere decir que la información por parte de los gobiernos, que tienen bajo su tutela las responsabilidades del Estado, ha sido la correcta, y pensemos que son necesarios nuevos controles, porque a pesar de todo lo que se hace seguimos desconfiando?
Pero si no estabas al tanto de los procedimientos de control, si desconocías cuales son las obligaciones de cualquier operador minero en cuanto a la protección de los ecosistemas que surgen de la legislación vigente, de quienes son los encargados de hacer esos controles y como los efectúan; entonces el problema no es el control, sino la comunicación.
Todo tipo de controles que se hagan o quieran hacer es bienvenido. Como el de participación voluntaria de vecinos previamente capacitados, los que emiten certificaciones de máxima calidad en las labores, los que puedan hacer organismos internacionales como el PNUMA, las que surgen de poner en práctica el sentido común. Pero ninguno reemplaza a los controles que ejercen los organismos del Estado, mediante profesionales facultados y responsables (civil y penalmente) de hacer cumplir la ley.
Hay que comunicar mejor esa es la principal tarea. A nuestros técnicos no les hace falta que se les indique en una región cuáles y cómo son los ríos y aportantes; sus escorrentías superficiales; sus cuencas subterráneas y sistemas de recargas; los vientos y el clima del lugar; la composición geológica y mineral de los suelos. Todo eso lo conocen a la perfección.
La política los debería escuchar más y aprender de su experiencia. Con poca plata, con una ínfima parte de la renta minera, podrían tener instrumentos de última generación para verificar en el lugar de trabajo, en el frente de extracción, en la planta de procesos, en los ríos y cuencas de la zona; el cumplimiento de las exigencias de la Declaración de Impacto Ambiental, el instrumento público que expresa las condiciones en que se puede y debe desarrollar la actividad minera.
(*) Ingeniero de Minas. Secretario del CADIM.
