El escenario de realidad de la humanidad actualmente es el de una categórica pandemia denominada Covid-19, a partir de la autorizada calificación formal que realizo la OMS en fecha reciente. Desde ese umbral del tiempo tan próximo se han visto luces y sombras en el devenir vertiginoso de los hechos. Veamos en términos descriptivos ese cuadro de múltiples y variadas fenomenologías reactivas que se han experimentado en la ardiente situación actual.


* Un jugador de fútbol en Italia que dice que hacíamos chistes y que ahora esto es una película de terror, en evidente tono autocrático. * Presidentes como el de Brasil, de EEUU y Gran Bretaña, que, cada uno a su modo, exhibieron su negacionismo visceral hacia lo que la ciencia y la autoridad sanitaria mundial había ya caracterizado como una cosa seria y no una cuestión opinable o politizable. * Una irradiación que compensa esas conductas es la reacción rápida de la toma de conciencia mundial sobre las medidas que se deben adoptar para cortar la circulación del virus. * Otra luminiscencia está dada por las conductas de auto aislamiento de algunas personas que venía de una zona de contagio, y sin necesidad de conminación de autoridad, cumplieron con el protocolo con lo cual, dieron muestras de solidaridad para con sus semejantes. * Una prometedora luminosidad es la baja que logro China de los índices de contagio, y a la par, su agradecimiento a distintos aportes provenientes de otros sistemas de salud e investigación. Un crepúsculo que traerá cola es lo que se manifestó en España por una profesional de la salud al decir que ahora se buscan médicos y personal sanitario para una respuesta salvadora expeditiva, cuando subyace una asimetría de salarios entre ellos con los "Messi'' y los "Ronaldo'' ilógica. * Asusta por otro lado la postura del gobierno Británico de priorizar la normalidad económica y secundarizar lo sanitario dejando en relativa deriva a los afectados por el Covid-19. Notamos que nunca será suficiente remarcar que hay que tener convicción positiva en la ciencia y hacer todo lo que se indica en los protocolos exteriorizados por la autoridad sanitaria.

Es indelegable y preponderante el rol que debe tener un sistema de salud universal, accesible y preventivo, con debida jerarquía ministerial y no rebajado en su rol legal y presupuestario.

Del panorama que nos deja por ahora el Covid-19, surgirá seguramente una necesidad de revisar paradigmas más generales de la post modernidad, como, por ejemplo, esa suerte de metafísica de la historia que baja desde los poderes establecidos que implanta un progreso material indefinido auto-patrocinado a ciegas tornándose refractario a toda crítica de re-observación. Esta pandemia, por lo pronto, nos enseña que no todo lo dado en el progreso material de la humanidad está libre de las discontinuidades y disrupciones que de pronto nos pueden hacer retroceder a un paisaje de ruinas, demostrándonos que no fue desarrollo la pretensión que tuvimos. Quizá estemos demasiado enfocados y encandilados en el paradigma del sobre gasto, del sobre confort, del híper consumismo, de la sobre explotación de la naturaleza, en fin, embelesados, en un hedonismo post moderno, que subestima otras prioridades y matrices de organización socio- estratégicas, como lo constituye el valor básico y elemental de la sanidad pública de la comunidad mundial.

Por el Dr. Mario Luna y el Prof. Fabián Nuñez
Jáchal