En ámbitos científicos se debate sobre la conveniencia de una tercera dosis contra el covid-19. Mientras tanto, Israel ya la coloca a mayores de 60 años.

La conveniencia de una dosis de refuerzo de la vacuna contra la covid-19 no está respaldada aún con suficientes evidencias científicas, son imprescindibles más estudios. No obstante, esta sería más necesaria en mayores y en personas con una respuesta baja o nula de anticuerpos posvacuna.

Se trata de añadir una dosis adicional a la actual pauta de dos -excepto para Janssen que es de una sola dosis- con el objetivo de reforzar la respuesta inmune y podría ser la misma vacuna u otra diferente. En todo caso, cualquier nueva pauta de administración tendría que validarse con ensayos clínicos que demostrasen su eficacia y seguridad, según expertas consultadas por EFE.


Aunque muchos países están en pleno proceso de vacunación y otros apenas han comenzado a inocular la primera dosis, el debate sobre la posibilidad de una tercera inyección lleva meses encima de la mesa.


Farmacéuticas como Pfizer-BioNTech, Moderna, Astrazeneca y Sinovac han comenzado a realizar estudios para evaluar esta dosis de refuerzo y hay algunos datos preliminares que la avalarían, pero organismos, gobiernos y expertos coinciden en que aún es pronto para hablar del tercer pinchazo ante la falta de una certeza manifiesta. Pero además hay otra vertiente: la Organización Mundial de la Salud advierte del aumento de las desigualdades y de que no ayudaría a equilibrar el reparto global de dosis.


"Aún no hay evidencias de la necesidad de una tercera dosis de refuerzo en la población general'', señala la española Isabel Sola, del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC), para quien es necesario hacer un seguimiento epidemiológico de reinfecciones, "lo que indicaría que la inmunidad se ha reducido lo suficiente como para no proteger''.


Más estudios

La viróloga española Inmaculada Casas coincide con Sola en que si fuera necesaria una dosis de refuerzo sería para aquellas personas que presenten "una respuesta baja o nula de anticuerpos posvacuna''. Casas, responsable del Laboratorio de Virus Respiratorios y Gripe del Centro Nacional de Microbiología, dependiente del Instituto de Salud Carlos III de Madrid, subraya que para administrarla habría que hacer estudios poblacionales con el fin de conocer la respuesta inmune tras la pauta completa de dos dosis -en la mayoría de vacunas- y la persistencia de los anticuerpos generados a lo largo del tiempo.


Esta experta recuerda que, por el momento, las variantes del SARS-CoV-2, incluida la Delta (detectada en la India), son neutralizadas por los anticuerpos generados por las vacunas Pfizer, Moderna, Astrazeneca y Janssen. En caso de que el virus mutara demasiado como para que los actuales preparados dejaran de proteger, apunta por su parte Sola, habría que inmunizar con uno nuevo que incorpore los cambios ocurridos en la proteína S y que proteja frente al nuevo coronavirus.


La proteína S o de la espícula es la que el virus utiliza para entrar en la célula humana y las vacunas actuales están basadas en diferentes estrategias que la tienen como blanco común. Esta ya no sería una dosis de refuerzo, sino una vacuna nueva.


Israel aplica tercera dosis a mayores de 60 años


Mientras tanto, Israel comenzó ayer a aplicar una tercera dosis de la vacuna contra el coronavirus a adultos mayores de 60 años, en un intento de frenar el avance de la variante Delta, que tiene al país en alerta. El presidente israelí, Isaac Herzog, fue uno de los primeros en recibir el refuerzo de la vacuna Pfizer, disponible desde hace algunas semanas para adultos inmunodeprimidos y ahora también para mayores de 60 que hayan recibido la segunda dosis hace al menos cinco meses.


"La única forma en que podemos derrotar al covid es juntos. Juntos significa compartir información, compartir métodos, tecnologías, conocimientos y acciones prácticas. Israel está abierto a compartir toda la información que podamos obtener de esta decisión. Vamos a ganar, pero juntos'', señaló Benet durante un acto por la inoculación de Herzog.


La decisión de vacunar a la población con una tercera dosis llega en un contexto de creciente preocupación en el país, donde desde hace semanas los contagios aumentan a diario y que esta semana registró cifras por encima de los 2.000.


Actualmente son más de 16.000 los casos activos, 167 de ellos en estado grave. Tras una veloz campaña de vacunación a principios de año, Israel fue uno de los primeros países en volver a la normalidad gracias a la inmunización de la mayoría de su población, pero la propagación de la variante Delta llevó a las autoridades a imponer algunas de las restricciones que se habían eliminado.


Desde ayer volvió a regir en el país el sistema de Pase Verde, por el cual sólo la población vacunada, recuperada o con pruebas negativas puede acceder a determinados sitios. Por otra parte, la lista de países a los que ciudadanos y residentes tienen prohibido viajar se amplió a 14, y sigue incluyendo a España, Argentina, México y Brasil. 

Por Noemí G. Gómez y Ana Soteras
Agencia EFE