Todavía el General Manuel Belgrano no libraba las batallas de Tucumán y Salta, y en una actitud coherente a su pensamiento, dispuso la creación de nuestra enseña nacional, hecho que denota claramente su ánimo de estimular las tendencias de la emancipación continental. Lo concretó el 27 de febrero de 1812, cuando las autoridades lo enviaron al mando del Regimiento Nº 5, antes llamado Patricios, con el objetivo de fortificar la Villa del Rosario con dos baterías, para proteger las costas del río Paraná de las invasiones españolas.

Días antes recibió con sumo agrado la noticia de que el gobierno de Buenos Aires, inducido por la llamada "Sociedad Patriótica'', había autorizado el uso de la escarapela nacional "de las Provincias Unidas del Río de la Plata''; ahora era obligatorio para todas las tropas portar este distintivo de color azul-celeste y blanco, pero "'la puede llevar cualquier paisano como distinción de nuestro actual sistema...''. Tal noticia incitó a Belgrano a crear la enseña patria, sin titubeos, prescindiendo de la burocracia gubernativa y de argumentos diplomáticos. En una pequeña fortificación a la vera del río, luego de inaugurar la segunda batería, denominada "Independencia'', izó una bandera descripta "'como celeste y blanca conforme a los colores de la escarapela nacional''. Hay que señalar que se daba la extraña situación que nuestros incipientes ejércitos utilizaban las banderas reales, combatiendo ambos bandos con las mismas insignias. Para Belgrano era necesario y urgente diferenciar nuestras tropas de las españolas, más allá de cuestiones diplomáticas, pues en esos momentos y por razones de política externa -injerencia inglesa-, no había que hablar aún de independencia. Pero el héroe enarboló nuestra bandera, lo que le valió los retos del Triunvirato, a la par que era nombrado jefe del Ejército del Norte. En cuanto a los colores de aquella bandera y su disposición, existen controversias entre los historiadores. No obstante, según el investigador José Manuel Peña, aquella bandera "debió haber sido blanca y celeste a dos franjas horizontales de igual ancho'' aunque no hay documento que lo acredite. Pero, existe una prueba derivada del sentido común: es el popular cuadro que el artista francés, Francois Carbonnier, pintó de Belgrano en 1815 en Londres. En el fondo se observan dos banderas con las características mencionadas; el mismo Belgrano fue el modelo de la pintura y él mismo habría asesorado al pintor sobre las banderas y representarían a las izadas en aquel glorioso día.