Cuando el turista consulta sobre sitios, atractivos o actividades para llevar a cabo, es interesante hacer referencia a la identidad del sanjuanino, para ser mejor interpretados en todo lo que respecta a su cultura y costumbres y así comprender todo lo que tiene y/o escucha en su estadía en el sitio. San Juan tiene varios ejemplos de creencias populares, testimonios de su fe religiosa y leyendas que hacen a su identidad y tradiciones acumuladas en el tiempo. Llamamos creencias cuando se da por cierto algo sin poner evidencia de ello, que son para guiar u orientar, para solucionar las necesidades tanto populares, como religiosas. Las leyendas urbanas son como las creencias. Algunas parten de hechos reales y que se identifican con épocas pasadas y casi siempre terminan con una "moraleja". Las religiosas son creencias y prácticas en oficios. Se trata de la forma en que vive la religión un pueblo. Las creencias tienen varias fuentes, como las internas generadas en su lugar de origen y las externas que vienen por explicaciones culturales que llegan a un sitio y generan costumbres y dichos. 


Otro aspecto que da identidad a un pueblo son las costumbres que lo presentan: el asado de punta de espalda a las brasas, que se consume en San Juan, la empanadas con relleno de picadillo de carne. En Argentina las empanadas tienen una característica particular en cada una de las zonas. Son también parte de ésta identidad las sopaipillas, de origen árabe, que las llevaron a España y de allí, los inmigrantes a San Juan. Menciono también los pastelitos fritos, rellenos con membrillo dorado, con identidad sanjuanina. Identifican a San Juan y llama todavía la atención, la siesta, que tiene una explicación biológica, por las comidas y las altas temperatura en verano. Todo ello es el ADN de un pueblo como el sanjuanino o también que abarca la región centro oeste del país. Esto sumando a lo anterior son parte de nuestra personalidad que compartimos como el mate dulce y con algún yuyito, cedrón, te de burro o cascarita de naranja, además espumosos y lo mejor, compartido o de bienvenida a la visita y el término "no te vayas rengo", cuando ha tomado un solo mate. También el café a media mañana en la "cafetería de la otra cuadra", para conversar un rato con amigos. Las comidas también identifican a un sitio dándole más identidad como se la da San Juan, con el locro, el puchero, como las pastas que fueron adoptadas de la inmigración italiana que llegó a la provincia, tales como tallarines, ravioles y lo ñoquis del 29 que no deben faltar. Como la heredada de la inmigración española la paella y la tarta gallega de pescado o pollo, que lo descendientes acostumbran a consumir, como los platos árabes adoptados todos desde la inmigración por los sanjuaninos.


Algo natural de San Juan es el té de jarilla, para curar el reuma. Hay fiestas religiosas y las creencias populares siempre estuvieron presentes como el día del patrono San Juan Bautista cuando desde niños los hoy adultos mayores prendían fogatas y cantaban alrededor de ella. Las fogatas de San Pedro y San Pablo que se les tiraba sal gruesa para avivarlas. De las creencias religiosas no se puede dejar de mencionar a San Expedito, patrono de lo imposible que con su presencia en un sito ha logrado resurgir un pueblo como el de Bermejo. La India Mariana que es reconocida dentro de una creencia de que con su "Pocito" ha logrado hacer crecer un gran departamento como lo es ahora. Es también fuerte en la actualidad la veneración como la del Gaucho José Dolores protector de los humildes, en cuyo sitio donde fallece fue levantado un oratorio. Hoy es una calle importante que lleva su nombre. Estas son algunas de las tradiciones, creencias y leyendas de la herencia que dejaron nuestros antepasados.

Por María Teresa Forradellas
Licenciada en Turismo