Unas 225.000 firmas recolectadas por distintas ONGs fueron presentadas el martes último, en la Cámara de Diputados de la Nación, en apoyo a la prohibición de las carreras de galgos en todo el país. A fines de julio pasado se consiguió que el proyecto de ley correspondiente fuera aprobado por la Cámara alta del Congreso Nacional, obteniendo la media sanción necesaria para que ahora la propuesta sea analizada en Diputados.
El equipo de trabajo de Proyecto Galgo Argentina es una de las entidades que desde hace tiempo viene impulsando esta medida y que está decidida a alcanzar el objetivo para que la prohibición de estas competencias con animales se haga realidad a la mayor brevedad.
Las carreras de galgo en nuestro país forman parte de una práctica ilegal muy común. Son animales maltratados y drogados para lograr un mayor rendimiento y luego abandonados en estado lastimoso, son algunas de las consecuencias de un circuito que crece día a día a pesar de la ilegalidad, en donde los responsables manejan un negocio millonario en apuestas.
Se argumenta que los galgueros infringen por lo menos cuatro leyes: la 14.346 de maltrato animal; la 23.737 de fabricación y tráfico de estupefacientes; la ley de juegos de azar ilegales y la de sacrificios de perros y gatos.
En nuestra provincia hay varios puntos donde se realizan carreras de galgos y departamentos en los que esta actividad se está convirtiendo en una fuente de ingreso para personas que han advertido las enormes ganancias que se obtienen en cada competencia. Lo que hasta hace poco eran las riñas de gallos se han convertido en carreras de perros amparadas por una legalidad fuertemente cuestionada, a la que se debe dar fin en virtud a la crueldad a la que se someten los canes participantes.
Uno de los principales motivos por los que se pide la prohibición de estas carreras clandestinas es porque a los perros se los entrena de forma violenta utilizando otros animales vivos, que al defenderse consiguen generar mayor destreza en el galgo en preparación. También porque a un perro de carrera se lo explota durante 2 o 3 años, siendo muy pocas las posibilidades que estos animales superen los 5 años de vida, al término de los cuales se lo desecha, con destino incierto, o en la mayoría de los casos sacrificándolos.
