Meghan Markle y el príncipe Harry, a poco de anunciar la polémica renuncia.


La sorprendente decisión del hijo menor de Carlos y Diana de Inglaterra de apartarse de las rígidas normas de la monarquía reinante para llevar una vida "financieramente independiente" junto a su esposa, ha provocado un impacto social y político sin precedentes en tiempos modernos en el Reino Unido. No obstante, el príncipe Harry ha aclarado que nunca dejará de apoyar a su abuela, la reina Isabel II, que el próximo 21 de abril cumplirá 94 años. De 35 años y casado el 19 de mayo de 2018 con la actriz estadounidense Meghan Markle, de 38, ostentaba el título de duque de Sussex, otorgado por la soberana para él y su esposa. Formalizada la renuncia, dejarán de ser considerados miembros "seniors", es decir que al príncipe se lo excluirá de la línea sucesoria a la corona en la que ocupaba el sexto lugar, detrás de su padre y de su hermano mayor Williams y sus hijos. Los "seniors" cumplen diversas obligaciones que van desde formar parte del grupo de Consejeros de Estado hasta representar a la reina cuando se encuentre enferma o fuera del país. La pareja perderá ahora el sueldo anual oficial por ese rol de "representantes" de la soberana en distintas actividades y pasarán a llevar una vida "normal" entre Reino Unido y Canadá, según ha trascendido.


Harry estuvo diez años en las fuerzas armadas británicas y, como consecuencia de este aprendizaje, en la actualidad trabaja en la promoción del bienestar de los miembros veteranos de esos cuerpos militares británicos.


Financieramente Harry y Meghan ya son muy ricos, y su pequeño hijo Archie tiene el futuro asegurado, además de "libertad para decidir su destino", como desea su padre. El príncipe posee una importante fortuna heredada de su madre, la princesa Diana, que a su vez la había recibido de su padre, John Spencer VIII conde de Spencer, fallecido en 1992. Hasta ahora, el 5% de los ingresos de los Sussex provenían de la reina o sea de una "subvención soberana" originada en propiedades inmobiliarias de la familia real. Pero Harry pierde el sueldo anual que recibe como oficial del Ejército. Mientras, Meghan tiene declarada una fortuna de 5 millones de dólares producto de sus trabajos como actriz durante siete temporadas en la serie "Suits", de gran éxito en la televisión, donde ganó 50 mil dólares por capítulo. Como miembros de alto rango de la Casa Real británica no podían realizar negocios personales y por eso, al liberarse de esas exigencias, la pareja piensa ganar dinero con la marca Royal Sussex que han patentado en decenas de artículos sobre todo turísticos, de servicios, ropa y postales y, además, proyectan la edición de libros y guiones, por lo cual la BBC de Londres ya ha puesto mucho atención en ello. La esposa de Harry vivió 6 meses en Argentina cuando tenía 20 años, en 2001, como pasante en la embajada de los EEUU en Buenos Aires. Con la boda de la pareja, hace menos de dos años, comenzaron diversos conflictos familiares, sobre todo entre las esposas de los príncipes. Williams y su esposa Kate Middleton mostraron serias diferencias con Meghan. Estos conflictos sumaron para la decisión de la renuncia que ahora conmociona a los ingleses e impacta en las restantes nueve monarquías parlamentarias europeas. Finalmente, la reina "y su familia" decidieron aprobar la renuncia de los duques de Sussex y que existirá "un periodo de transición". Mientras tanto, se confirmó también que, por una antigua disposición de la Casa de Windsor, la reina tendrá autoridad sobre Archie el hijo de la pareja. Desde la célebre renuncia al trono del entonces rey Eduardo VIII, duque de Windsor, en 1936, para poder contraer matrimonio con una mujer divorciada y extranjera, Wallis Simpson, nunca se vivió una situación similar en la Casa Real del Reino Unido.

Por Luis Eduardo Meglioli
Autor de "Vida de Reyes", sobre las monarquías europeas (Emporio Ed. Córdoba).