Dentro de un pretendido plan de prevención sísmica, como en el que está trabajando distintas instituciones de nuestro medio y que ha sido puesto a consideración del gobierno provincial, no pueden estar ausentes todas las acciones tendientes a crear, lo que podemos denominar una cultura de la prevención, basada en que cada habitante de nuestra provincia o de la Región de Cuyo, conozca a la perfección la forma en que debe actuar ante un terremoto.
Las autoridades de la Dirección Provincial de Defensa Civil aseguran que para preparar a la gente sobre la forma en que debe actuar ante una contingencia sísmica están llevando adelante charlas que se ofrecen en distintas instituciones, principalmente escolares.
Lo que se intenta es crear conciencia de que hay que estar preparados en lo concerniente a tener despejadas las vías de escape, ubicados correctamente los muebles y, si es posible, designar un coordinador que se encargue de orientar al resto del personal, entre otros aspectos.
Con la consigna de que "Defensa Civil somos todos”, éste organismo depende del accionar de otros organismos estatales a la hora de actuar ante un terremoto, dependiendo de la coordinación que pueda establecerse para implementar la ayuda de emergencia necesaria, como la habilitación de servicios, evacuación de la población y la habilitación de accesos para que pueda llegar la ayuda lo más rápido posible.
Si bien, Defensa Civil no está saliendo a los barrios a promover la cultura de prevención, en el organismo sostienen que están tratando de concientizar a las uniones vecinales para que sean ellas las que elaboren sus propios planes de emergencia, determinando los lugares más seguros para que concurra la población e indicando la posibilidad de restablecer los servicios esenciales cada vez que se produzca una catástrofe natural.
Respecto de las normas establecidas para las viviendas particulares, están llegando con algunos mensajes que aconsejan tener agua almacenada, luces de seguridad, un botiquín y algunos productos alimenticios, preferentemente enlatados, como para subsistir algunos días hasta que llegue la ayuda oficial.
Por su parte en las áreas de servicios públicos de los municipios aseguran que también tienen algunas líneas de acción para atender este tipo de emergencias. Por ejemplo en el municipio capitalino dicen que están preparados para ponerse a disposición de Defensa Civil, en caso de una contingencia sísmica, liberando calles para facilitar el acceso de la ayuda o la circulación de ambulancias y otros móviles a hospitales y sanatorios. También están preparados para optimizar los recursos en lo que se refiere a vehículos para el transporte de damnificados, elaborar un mapa de riesgo y hacer un inventario de rutas de acceso, centros de salud y lugares donde pueda aterrizar un avión.
Tanto en Defensa Civil como los municipios y demás organismos del Estado la tarea de prevención se limita a aconsejar conductas y estar preparados para actuar en caso de un terremoto. La necesidad de hacer en forma permanente simulacros para tener preparados a los principales actores que deben intervenir ante un desastre natural, surge como una prioridad que no debe ser dejada de lado debido a la importancia que tiene saber actuar adecuadamente en la emergencia.
