Todas las actividades humanas tienen relación, con la educación, la comunicación y los contenidos culturales.

PRIMERA NOTA

Tomaré palabras de Ricardo Santillán Güemes, quien ha fallecido en estos días, para referirme a la importancia que tiene el desarrollo cultural vinculado a la creatividad. Santillán Güemes fue profesor de varias Universidades e instituciones de Buenos Aires y del país, y ha dejado un importante legado sobre Cultura, como para la creatividad, en libros como "Culturar": las formas del desarrollo, "Educar en Cultura, ensayos para una acción integrada'', entre otros.


En una entrevista que le realiza Fernándo De Sá Souza quien desarrolla sitios vinculando a la relación entre cultura y las ONG, le pregunta a Santillán, si se puede hablar de educar en creatividad, a lo que Santillán responde, "que es imposible en lo humano no "culturar'', que es pautarnos buenas formas de hacer, decir, pensar, valorar y sentir y que además toda acción educativa formal o informal es una construcción cultural, que es una forma integral de vida que es creada histórica y socialmente por una comunidad y la particular manera de resolver física, emocional y mentalmente las relaciones que mantienen con la naturaleza, consigo mismo y otras comunidades''. 


Santillán escribe además sobre "En nombre del desarrollo,'' y comienza con una frase de un refrán popular "la esperanza era verde y vino un burro y se la comió''. 


Habla sobre la contaminación y destrucción, la deforestación, y la erosión del suelo, su desertificación, la depredación de los espacios verdes y los asentamientos humanos en dichos sitios que deben ser protegidos, todo realizado en nombre de "la humanidad proba y virtuosa'' y la "civilización'', luego del progreso indefinido y más recientemente en nombre del "desarrollo''.


Hace tiempo escribió esto Santillán y la sociedad no ha cesado y continúa llevando a cabo su largo y desmesurado proceso, recurriendo a nuevas imágenes para los sitios.


"Un desarrollo disociado de su contexto humano y cultural, es un crecimiento sin alma''. Continuando con su libro, plantea el tema "control cultural'' que se sintetiza "en la capacidad que tiene un grupo o sector social sobre los elementos culturales'', que son todos los recursos de una cultura que resulta necesario poner en juego para formular o realizar un propósito social, en la que interactúan grupos, en el que grupo o institución social "decide'' sobre "qué'' se debe hacer sobre su dinámica: "resistencia'' de la cultura autónoma, "imposición'' de la cultura impuesta y "enajenación'', pérdida de la capacidad. 


Pero si queremos promover un tipo de crecimiento humanizante: debe honrar enteramente la vida, y tenga el propósito de recuperar el control de los elementos culturales enajenados para ser rehumanizados. Este es un eje para la discusión, como una herramienta para continuar el diálogo.


"La cultura orientada desde y hacia lo humanizante, resistencia, afirmación, creatividad''. 


Según la UNESCO la totalidad de las actividades humanas tienen una relación, con la educación, la comunicación y los contenidos culturales, y también una relación con el mercado.


En una segunda nota, a publicarse mañana viernes, continuaré analizando aspectos vinculados a la diversidad cultural a la luz del legado de Santillán Güemes.