En los últimos años con el auge del formato digital, no se sabía qué pasaría con el libro de papel, la tablet parecía confirmar el avance tecnológico en la lectura, aunque no se tuviera un estudio concluyente sobre ventajas y desventajas entre el papel y las nuevas tecnologías, incluso el efecto de la lectura digital en la vista. Eso se unía a la creencia de que era difícil convencer al adolescente de las ventajas de la buena lectura. La última feria del libro en Buenos Aires ha mostrado otra realidad, nuestro tiempo convulsionado, habituado al cambio, no está exento de sorpresas; un porcentaje elevado de adolescentes lee libros atraídos por el género fantasy, que mantiene como temas el romanticismo y el amor mezclados con el misterio. Lo que parece mostrar el éxito editorial de ese género literario, es que hay en la adolescencia aspectos ocultos a una mirada superficial que ve desde otra perspectiva. Una especie de resignación ante una juventud apática, que cree necesitar quemar su tiempo en cosas intrascendentes, contrasta ahora con la imagen de adolescentes que parecen haber encontrado en la lectura de ficción y misterio, algo que interpreta su curiosidad.

El misterio atrae al hombre que desde su finitud tiende a lo infinito, tal vez desde el misterio el joven descubra la necesidad de infinitud; si esto se estudiara podría ser una forma de liberarlo del aturdimiento del ruido y alcohol, en el que pierde tiempo difícil de recuperar, además de los daños en la salud.

Los resultados de una encuesta de la consultora internacional GFK Retail and Technology del 2012 a 37.000 jóvenes de 25 países, publicados en La Nación del 5 de mayo del corriente, indica que el 42% de los jóvenes en Argentina entre 15 y 19 años lee libros; comparado con porcentajes en otras partes del mundo no es muy bajo. Entonces preguntarse qué hay en esa nueva literatura que mezcla romance con misterio, terror y mitología, para que pueda atraer la curiosidad juvenil, ayudaría a entender las cosas que están pasando en nuestro tiempo, por ejemplo en la educación.

La fantasía desarrollada en la literatura puede ir más allá del conocimiento científico, y presentar situaciones imaginarias, en las cuales se puede ver circunstancias en las que el humano podría encontrarse en el futuro, aunque en algunos casos parezcan muy fantasiosas; entonces por qué no pensarlas desde la racionalidad humana, de ese modo la imaginación puede ayudar a entender la realidad.

(*) Profesor de la UNSJ.