Muchos de los hechos que conocemos de la Revolución de Mayo, los aprendimos en la escuela. Los actos escolares y las pruebas de historia que nos moldearon una idea folclórica y apasionada de aquel primer grito de libertad. Pero existen datos curiosos y poco conocidos de este trascendental evento. He aquí una pequeña recopilación:

Para 1810, en el territorio que hoy es nuestro país habitaban menos de 400.000 habitantes.


En aquellos días el teatro era el crisol en donde se gestaban los patriotas y cada obra alusiva a la revolución era aclamada fervorosamente. Es por eso que el gobierno (en la figura del Virrey) clausuró "La casa de Comedias" único teatro de Buenos Aires.


En el período colonial, los cabildos eran gobiernos municipales, creados por la corona española para administrar los pueblos y ciudades en América. El edificio del cabildo de Buenos Aires comenzó a construirse en 1725 y finalizó su construcción en 1764.


La sesión del "Cabildo Abierto" costó 315 pesos. Con ese dinero se pagaron los 16 botellones de vino, más chocolate y bizcochos que los asistentes consumieron como refrigerio. Además se compraron velas e hilo para colgarlas. También se tuvo que imprimir invitaciones y carteles que se pegaron en las calles y hubo que pagar el servicio de mudanza. Como el Cabildo no tenia asientos suficientes para todos, se trajeron bancos de la Catedral y de las iglesias de la Merced, San Francisco y Santo Domingo.


Los hombres de sociedad que llegaban en carruajes tuvieron que pagar 18 pesos para que los cuidaran, una versión de antaño de los "trapitos cuida coches'' modernos. Y como si esto fuera poco, con el primer grito de libertad también nació el primer "delivery" de nuestra historia, se pagó del erario público, y lo cobró el fondero Andrés Berdial, quien llevó comida a los capitulares que trabajaron hasta tarde. Fueron 73 pesos que se gastaron en este servicio.


El vocal Manuel Belgrano, que tenía 39 años en 1810, era abogado y había ingresado en 1807 en el Regimiento de Patricios con el rango de sargento mayor. Domingo French, de 36, se había desempeñado como cartero antes de iniciar la carrera militar. La Primera Junta le otorgó el grado de coronel.


No todo el mundo pudo concurrir al Cabildo Abierto. Los únicos autorizados además de los políticos y militares eran los vecinos casados, afincados y arraigados en Buenos Aires. En total se reunieron 224 personas.


El integrante más joven de la Primera Junta era Juan Larrea, quien tenía sólo 23 años en el momento de su formación. El integrante más viejo era Miguel de Azcuénaga, de 55 años. La edad promedio de todos los miembros, en 1810, era de 43.


El debate estuvo lejos de ser civilizado. Al que se le ocurría apoyar al Virrey, lo insultaban a gritos y hasta hubo casos en que algunos oradores poco convincentes fueron escupidos por los más exaltados.


Finalmente 155 cabildantes votaron por la renuncia de Cisneros, y 69 lo hicieron por el mantenimiento del virrey.

Por Antonio Díaz Ariza   Docente - Escritor