El pueblo mendocino de Uspallata fue testigo de la audiencia pública no vinculante para tratar el tema del proyecto minero San Jorge. Más de 2000 personas, en un clima democrático de participación y diálogo pudieron exponer sus puntos de vista, contrariamente a lo que señalaba el Equipo de Pastoral Social de la Arquidiócesis de Mendoza en su Declaración sobre la cuestión minera.

Allí se indicaba: "observamos con preocupación el progresivo deterioro de la convivencia ciudadana en Uspallata y la alteración de la paz social. Existen además fundados temores por eventuales hechos de violencia en torno a la Audiencia pública, que la autoridad sabrá prevenir”. Lo cierto es que la ciudadanía, en este debate público, no demostró signos de imposibilidad en la convivencia ni tampoco alteró la paz.

Lo que resulta cuestionable es que miembros de la Iglesia, que está llamada a ser portadora de un mensaje de paz, en vez de instar a ésta, se transformen en instrumentos de división propios de aquello que en la misma Declaración se rechaza: es decir, de "ideologías y dogmatismos”. Al final de la declaración, el Equipo de Pastoral señala que el documento fue aprobado por el arzobispo de Mendoza, José María Arancibia, como también por el obispo auxiliar, Sergio O. Buenanueva.

El llamado debería haber sido instando al diálogo civilizado, tal cual lo promueve Pablo VI en la encíclica "Ecclesiam suam” para que la paz, que es la tranquilidad en el orden, fuera la que sobresaliera. De hecho el diálogo, más allá de ciertos tonos propios de debates de esta naturaleza, no dejó de ser constructivo. El Concilio Vaticano II, en su Constitución "Gaudium et spes” afirma que el ideal de la paz no se puede lograr si no se asegura el bien de las personas y la comunicación espontánea entre los hombres de sus riquezas de orden intelectual y espiritual. Hay que permitir que la comunicación de ideas facilite y no prohíba el desarrollo del bien común.

Por su parte, el gobernador de Mendoza, Celso Jaque actuó responsablemente al negarse a posponer la fecha de la audiencia pública. Benedicto XVI en el Mensaje en ocasión de la Jornada Mundial de oración por la paz 2010, cita un pasaje de la su encíclica "Caritas in veritate” donde afirma que "el hombre tiene que ejercer un gobierno responsable sobre la creación, protegiéndola y cultivándola”.

Buscar la protección responsable del medio ambiente no excluye la exploración y el trabajo humano.