Al momento de su fundación, San Juan respondió al diseño de ciudades planificadas para las Indias, según los patrones de asentamiento establecidos en la legislación indiana, en lo que a sitio, traza y uso del suelo se refiere. Situada en la margen derecha del río, se le dio un rango de importante ciudad tal como dan cuenta el plano y Acta de fundación. Su denominación respondió especialmente por el hecho de ser San Juan, el Santo Patrono del fundador ("Crepitan fogatas por,/ San Juan Bautista./Agua y fuego'').


No obstante la ciudad tomó varios nombres, como "San Juan del Pico, de Cuyo, de la Frontera o simplemente San Juan'', apareciendo así en cartas geográficas, códigos y guías de comunicaciones y documentos oficiales. Tal vez se la conoció como "San Juan del Pico'', por la atractiva presencia del cerro Villicum que preside al norte de la ciudad. Igualmente se la nombró "San Juan de Cuyo'' por haber sido fundada en el país indígena de Cuyo, tierra arenosa, pedregosa o de areniscas. Y se la llamó San Juan de la Frontera, porque así figura en el Acta de fundación (Acta y Plano fundacional se encuentra en el Archivo de Indias, Sevilla, España), recibiendo este nombre por estar asentada próxima a la frontera norte con el Tucumán ("San Juan de Cuyo,/ San Juan de la Frontera,/San Juan, sin igual'').


Los motivos de su fundación responden a la política de los conquistadores españoles, que fundaban ciudades, convirtiéndolas en núcleo de otras poblaciones. Así Jufré incursionó por el Norte hasta el valle de Tucuma o Tulúm. Esta expedición como todas las realizadas por los colonizadores españoles, tenía como objetivos extenderse y establecerse próxima a las diferentes poblaciones, a los fines de defenderse del ataque de los indios. En este caso se pretendió brindar protección a los pobladores españoles que venían de Chile por el camino del Inca, donde existía la amenaza de los araucanos.


Otro motivo importante, fue la búsqueda de oro; así Jufré al tener noticias sobre la existencia de un laboreo primitivo de oro al Norte (Marayes, Hualilán, Famatima), por lo que partió para explorar estos parajes, llegando al valle de Tulúm y en nombre del Rey de Castilla, su majestad Don Felipe II, puso sus cimientos a orillas del torrente denominado Tucuma, en el Pueblo Viejo, actual Barrio de Concepción, del departamento Capital. Según el plano del repartimiento de la fundación, "la ciudad era pequeña y regular, su composición consistía en un rectángulo de cinco manzanas por lado y veinticinco en total''.


Su traza, una cuadrícula de 5x5 manzanas cuadradas de 150 varas por lado, con calles de 12 varas de ancho, resultó generosa para el reducido número de vecinos fundadores, y fue luego el soporte o basamento inicial de la producción. Treinta y dos encomenderos, asistidos por unos 500 indios huarpes repartidos en encomienda, fueron los pobladores fundadores de San Juan de la Frontera. San Juan fue armándose muy lentamente, debido a los escasos elementos que por entonces había y a la poca población hispana con que fuera fundada.


Recordemos que debido a las crecientes estivales provocadas por el río San Juan el pequeño poblado sufrió varías inundaciones, lo que provocó su traslado a unas veinte cuadras hasta su actual ubicación.

Por la Dra. Gladys Aballay Meglioli  -  Filología Hispánica