La provincia de Formosa puso en marcha un proyecto de recuperación forestal, que bien podría aplicarse en San Juan ya que se centraliza tierras áridas, con lluvias escasas. Los excesos de una explotación del bosque nativo, con predominio de algarrobos y quebrachos, lo hizo desaparecer en un siglo, pero ahora un emprendimiento privado busca la recuperación de unas 60.000 hectáreas, cerca del límite con Salta, para revertir el proceso de degradación del terreno mediante la recreación del ecosistema con una explotación sustentable.
La Universidad Nacional de Formosa aporta al proyecto numerosa información de pruebas sobre el terreno, que permiten determinar los distintos grados de desertización y el consecuente tratamiento. Es decir, la mayor degradación el área y del mediano deterioro -escasa vegetación-, lo que facilita la recomposición y un último nivel con bolsones de humedad y presencia boscosa, lo que torna mucho más fácil la recuperación.
En este desafío también tiene participación la comunidad "Wichi", los nativos del lugar, de costumbres ancestrales y una oferta de mano de obra fundamental para reactivar la zona. La tarea no es sencilla por su complejidad ya que al proceso de recomposición de la tierra se suma luego la siembra de plantines, con una preparación especial que asegure su subsistencia y protección contra la acción de animales depredadores en las primeras etapas.
Se trata de un proyecto ejemplar para recuperar el monte natural y válido para varias zonas del país, caso de nuestra provincia, donde han desaparecido de grandes extensiones de flora autóctona por la explotación desmedida al no existir ningún tipo de control.