Los gases de efecto invernadero que pueden generar un impacto irreversible y generalizado en las próximas décadas, si no se acuerdan políticas destinadas a mitigar lo que sería una hecatombe económica mundial, ha sido uno de los temas abordados por la ONU esta semana en el plano internacional, con miras a la próxima cumbre mundial para tomar decisiones fundamentales.
Según un documento, las emisiones de gases de efecto invernadero crecieron a un nivel de 1,3% cada año desde 1970 hasta 2000, pero a partir de entonces y hasta 2010 el aumento anual fue del 2,2 %, en un ritmo que parece está acelerándose. En esta coyuntura se señala a China la mayor responsable de parte de ese incremento debido a su intenso proceso de industrialización, en general utilizando carbón, para productos que se consumen en Occidente.
El informe se conoce en su versión preliminar un mes antes de que se celebre en Nueva York una cumbre sobre el cambio climático convocada por la ONU para el 23 de septiembre. Pero en forma paralela, se está celebrando en Perú, la Semana del Financiamiento Climático o "Lima Climate Finance Week”, con la participación de profesionales, expertos y representantes gubernamentales, del sector privado, y la sociedad civil, para analizar los factores climáticos que pueden incidir en un crecimiento sustentable.
En esta lucha contra el cambio climático es falso el dilema de que un país no puede avanzar con un desarrollo sostenible y a la vez crecer económicamente porque el desarrollo verde y responsable no es incompatible con el crecimiento económico, según plantean los expertos, a la vez de destacar la importancia del tema financiero y la necesidad de que sea asumido, no solo por el sector público, sino como una alianza multisectorial.
Es que es necesario el financiamiento en tecnología y medidas de adaptación y mitigación, entre otras decisiones políticas, lo que implica un costo que debe ser considerado dentro de la evolución de la economía, ya que ningún sector productivo puede prescindir de otro para afrontar el gran desafío de frenar el desequilibrio de los ecosistemas.
Es más, la única manera de lograr desarrollo económico a largo plazo es solucionar primero el riesgo climático, por ello la relevancia de contar con un Fondo Verde del Clima para asistir a los países en desarrollo.