Las grandes desigualdades mundiales las generan la riqueza de las naciones desarrolladas, como así también surgen en los países emergentes, y se reflejan en las condiciones de vida. A partir de esas variables se plantean las tensiones sociales que profundizan las iniquidades.

Es así que la brecha entre los ingresos de los ciudadanos más ricos y los más pobres, crean mayores probabilidades de riesgos a nivel mundial en la próxima década, según un informe del Foro Económico Mundial. Con esa perspectiva, el estudio evalúa 31 riesgos que podrían causar impactos negativos importantes en industrias y en países de llegarse a concretar. Estos riesgos son de índole económica, medioambiental, geopolítica, social y tecnológica, y se miden tanto en términos de probabilidades de concreción como en su impacto potencial.

Después de la disparidad de ingresos, los eventos meteorológicos extremos representan el riesgo con más probabilidades de causar un efecto sistémico importante a escala mundial. Le siguen el desempleo y subempleo, el cambio climático y los ataques cibernéticos. En la evaluación, de la que participaron más de 700 especialistas internacionales, se identifica a las crisis fiscales como el riesgo que podría causar el mayor impacto sobre los sistemas y países en los próximos diez años. Este riesgo económico va seguido de dos riesgos medioambientales, el cambio climático y las crisis del agua, a la que siguen en importancia el desempleo y el subempleo. En este contexto de incertidumbre se suma la interrupción crítica de la infraestructura de la información, un nuevo riesgo tecnológico considerado de alto impacto potencial, si se piensa en las consecuencias que tendría un colapso informático mundial.