Por primera vez desde el comienzo de la guerra en Ucrania ha habido contacto entre el papa Francisco y el patriarca ruso Kirill. La reunión por videoconferencia tuvo lugar a primera hora de la tarde del pasado martes y contó con la presencia también del cardenal Kurt Koch, presidente del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, y del metropolita Hilarion de Volokolamsk, responsable del departamento de relaciones exteriores del patriarcado. La noticia se difundió inmediatamente desde Moscú, de forma bastante sumaria. Al cabo de unas horas llegó la versión vaticana, más detallada, con comillas inequívocas del obispo de Roma. La nota de la Santa Sede explicó que la conversación tuvo como centro "la guerra en Ucrania y el papel de los cristianos y sus pastores en hacer todo lo posible para que prevalezca la paz". Francisco, prosigue el comunicado, "agradeció al patriarca este encuentro, motivado por el deseo de indicar, como pastores de su pueblo, un camino hacia la paz, para orar por el don de la paz, para que cese el fuego".

"Las guerras son siempre injustas. Porque el que paga es el pueblo de Dios, nuestro corazón no puede dejar de llorar frente a los niños, las mujeres asesinadas, todas las víctimas de la guerra." 

He aquí algunas citas del Pontífice: "La Iglesia -coincidió con el patriarca- no debe usar el lenguaje de la política, sino el lenguaje de Jesús". Y luego, sin especificar que Kirill "estuvo de acuerdo", expresó: "Somos pastores de un mismo pueblo santo que cree en Dios, en la Santísima Trinidad, en la Santa Madre de Dios: por eso debemos unirnos en el esfuerzo de ayudar a la paz, ayudar a quien sufre, buscar caminos de paz, apagar el fuego".


El comunicado de prensa informa que "ambos subrayaron la importancia excepcional del proceso de negociación en curso". Sin embargo el Papa dijo esto: "La gente que paga la factura de la guerra son los soldados rusos y la gente que es bombardeada y muere". "Como pastores -prosiguió el Papa- tenemos el deber de estar cerca y ayudar a todas las personas que sufren la guerra. En un tiempo también se habló en nuestras Iglesias de guerra santa o guerra justa. Hoy no podemos hablar así. Se ha desarrollado la conciencia cristiana de la importancia de la paz". 


Por último, según la nota vaticana, "concordando con el patriarca" en que "las Iglesias están llamadas a contribuir a fortalecer la paz y la justicia", el Papa sin embargo concluye así: "Las guerras son siempre injustas. Porque el que paga es el pueblo de Dios, nuestro corazón no puede dejar de llorar frente a los niños, las mujeres asesinadas, todas las víctimas de la guerra. La guerra nunca es el camino. El Espíritu que nos une nos pide como pastores que ayudemos a los pueblos que sufren la guerra".


El comunicado del patriarcado, por su parte, había informado que "las partes subrayaron la excepcional importancia del proceso de negociación en curso, expresando su esperanza de que se alcance una paz justa lo antes posible". Además, para Moscú "tuvo lugar una discusión detallada de la situación en suelo ucraniano".


"Se prestó especial atención a los aspectos humanitarios de la crisis actual y las acciones de la Iglesia Ortodoxa Rusa y la Iglesia Católica Romana para superar sus consecuencias". Y "también se trataron algunos temas de actualidad de la cooperación bilateral".


Francisco también evocó el drama ucraniano durante la audiencia general del miércoles, exhortando a los fieles presentes en el Aula Pablo VI a orar por la paz. "Señor, detén la mano de Caín". Una expresión que ha dado que hablar por tratarse de pueblos hermanos en conflicto bélico. Recemos al Padre de todos por la paz.

Por el Pbro. Dr. José Juan García
Vicerrector Universidad Católica de Cuyo