La Corte Suprema de Justicia emitirá mañana una sentencia en la que procurará encontrar la figura apropiada sobre la tenencia de drogas. El fallo se limitará a declarar que es inconstitucional someter a proceso penal a una persona por la tenencia de droga que, por su cantidad, permita advertir que es para consumo personal y privado.
En 1978, en pleno gobierno militar, el Tribunal, en el caso Colavini, resolvió que era constitucional sancionar la tenencia para consumo. En 1986, durante el gobierno de Raúl Alfonsín, en el caso Bazterrica, la Corte cambió de criterio y declaró inconstitucional sancionar la tenencia de pequeñas cantidades de marihuana para consumo. En 1990, una Corte más conservadora volvió al criterio del caso Colavini y ahora, nuevamente se acercará al criterio Bazterrica, para lo cual los magistrados ya deliberaron a puertas cerradas.
El Tribunal que preside Ricardo Lorenzetti tiene cinco casos para estudiar. El ministro decano, Carlos Fayt, afirmó que sería "un acto de inhumanidad" marcar judicialmente a un individuo, en particular a un menor de edad, por haber consumido droga. Coincidió públicamente con su colega Eugenio Zaffaroni en el tema de la despenalización de la tenencia para el consumo individual, aunque el primero mantiene una posición más restrictiva. Los magistrados tienen en cuenta que el Gobierno nacional espera el fallo para presentar un proyecto de ley despenalizador, ya que no se quiere criminalizar al adicto. Se trata de una excelente intención. Pero, ¿se logra el propósito andando ese camino?
La legislación actual no penaliza al consumidor. La ley 23.737 establece que cuando la tenencia es para uso personal y hay una "dependencia física o psíquica" de la sustancia, el juez puede imponer una "medida de seguridad curativa, consistente en un tratamiento de desintoxicación y rehabilitación por el tiempo necesario", por lo que deja en suspenso la pena que le pudiera corresponder. Considera al consumidor como una persona enferma, no un delincuente, y manda a proveerlo de un tratamiento de desintoxicación y rehabilitación. La despenalización del adicto ya está hoy en vigencia. La deuda social argentina es también una deuda existencial de crisis de sentido de la vida. Donde no hay pasión por vivir aparece la adicción.
Se habla de despenalizar la tenencia para el consumo individual, pero se deja de lado algo esencial: la prevención sistemática y a largo plazo para que nuestros adolescentes y jóvenes no hipotequen más sus vidas. De esto, poco y nada se trata, y casi ni se habla.
