La Cámara de Diputados de San Juan acaba de distinguir a un grupo de sanjuaninos relevantes, en vida y post mortem, que han destacado notablemente en sus profesiones y actividades públicas o privadas, como ciudadanos ilustres. Sobre la base de una reglamentación que fue corregida en su momento por el entonces diputado Eduardo Luis Leonardelli para hacerla más rigurosa en sus requisitos, entre los elegidos en 2019 para esa alta distinción estuvo el Dr. Leonardelli, fallecido en 2008. 

¿Qué dio lustre a la vida de quien fuera el ciudadano Leonardelli para hacerlo ilustre? Sobre todo sus estudios, sus conocimientos, su cultura, su señorío (que es una cualidad de señor, o como expresa el diccionario de la Lengua, una dignidad usada en otros tiempos como institución o título de nobleza), su caballerosidad, su verbo seguro y letrado, su estampa de argentino caminando por el París de sus tiempos de director de la casa Argentina en la Ciudad Universitaria de la capital de Francia, entre 1989 y 1993, tiempos de François Mitterrand, aquel presidente a quien Eduardo pudo saludar en una ocasión y del que tenía muy buen recuerdo. Además, su activo paso por la Asociación Argentina de Ciencias Políticas o por el Instituto de Derecho Parlamentario del Senado de la Nación; su sabia labor como diputado provincial desde 2003 hasta 2007; sus columnas en DIARIO DE CUYO; su tesis doctoral "La Ciencia Política en España", Madrid, 1965, con "sobresaliente Cum Laude", y su bibliografía, como la "Historia de las Ideas Políticas, desde Maquiavelo al Siglo XX" (Cámara de Diputados de San Juan. 2007), entre otras publicaciones.

Nacido en San Juan en 1936, era licenciado en Ciencias Políticas y Sociales, egresado de la Universidad Nacional de Cuyo y Doctor en Ciencias Políticas, en la Universidad Central de Madrid (España). Casado con una prestigiosa profesional universitaria, la Dra. Yolanda María Cáliz, catedrática de Derecho Internacional Privado en la UCCuyo, tuvo dos hijos: Verónica y Eduardo Miguel, y siete nietos. Electo legislador, a principios del 2008 asumió como Vicepresidente primero de la Cámara de Diputados, y el 26 de octubre de ese mismo año, después de sufrir complicaciones por una operación de cadera nos dejaba físicamente, provocando un vacío casi imposible de llenar. 

Por ello, declarar Ciudadano Ilustre a Leonardelli es un acierto, como seguramente lo han sido los restantes distinguidos, si nos atenemos al cumplimiento de la letra de ese instrumento legal citado. Pero, como queda dicho, con Leonardelli estamos frente a un intelectual de la política, a un investigador de las leyes, a un diplomático, a un ilustrado que cuando hablaba provocada algo más que un silencio necesario. Y al parecer, fue lo que percibió la diputada Graciela Seva, autora de la propuesta para la distinción, en la sesión respectiva presidida por el vicegobernador, titular de la Cámara y amigo personal de Leonardelli, Dr. Marcelo J. Lima, al argumentar su fundamento con brillo literario y agudo fundamento humano. Su moción puede considerarse una pieza biográfica con todos los componentes de una vida descollante, pero sin obviar el retrato humano y generalmente desconocido de un maestro.

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Eduardo L. Leonardelli

El político

Leonardelli, como militante del Partido Justicialista, impartió cátedra en aulas, en la calle, o donde fuera necesario. En ese carácter fue convencional constituyente en el año 1986, asesor político de los gobernadores de San Juan en los años 1974-1975 y 1993-1994 y asesor del bloque Justicialista de la Convención Nacional Constituyente, de Santa Fe en el año 1994. Paralelamente, se desempeñó en importantes ámbitos universitarios como rector de la Universidad Provincial Sarmiento, de San Juan (1966 - 1971) y decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNSJ, (1974-1976).

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