El hecho de sacar de manera intempestiva a los jesuitas en 1767 y al no haberle permitido al Superior en ese entonces, padre Nicolás Díaz, tomar las providencias sobre la administración de las propiedades, el destino de instituciones como la de la primera escuela que tuvo San Juan iba a traer sus consecuencias. La vida espiritual de San Juan que llevaba un largo proceso por obra de las Órdenes religiosas, integradas por un grupo de personas unidas por una regla establecida por su fundador. Aunque tenemos en San Juan a varias de ellas, la que más contribuyó en su momento, en la parte cultural fue la de los jesuitas, al grado que para los Borbones la expulsión está entre otras cosas, motivada por temor a que aumentara la autonomía de los gobiernos en lo político.
Los jesuitas ocuparon toda la manzana donde hoy está la Catedral de San Juan, con iglesia, huerta, corralón, habitaciones para los sacerdotes, los esclavos y para la escuela de Primeras Letras, llamada así porque se enseñaba a leer, contar y las enseñanzas de la Doctrina Cristiana. A pesar de la pobreza la escuela cumplió con su función de dar las primeras letras a los niños de la ciudad, evitando que los más pudientes fueran trasladados a otros centros.
"El 20 de noviembre de 1767, se adjudicó por orden y aprobación de su Majestad, a la llamada religión Seráfica, el colegio para establecer una escuela para que los niños aprendieran a leer y escribir, predicar el novenario y una día de cada semana en la Cuaresma distinta de lo que hacen los demás curas…”.
Los franciscanos tenían la obligación de mantener el colegio que fue de los jesuitas y por un decreto del 11 de enero de 1768 se mandó que a Félix Zapata nombrado Superior se le entregaran los trabajos y ornamentos sagrados. Se solicitaba que se aprobara el Colegio, porque se ahorraría trabajo y costo de construir otro en el solar de San Clemente. Para ese momento ya estaban establecidas las cátedras de Gramática y Primeras Letras.
Para su morada se les dio las celdas donde antes habitaron los jesuitas: Para el padre prior Fr. Félix Zapata, Fr. Pedro Peña, para el padre invitado Fr. Bernardo Baras, Lucas de la Peña y para el hermano Fr. Joseph González lego sacristán. Las otras celdas quedaron vacías. El 9 de octubre de 1772 Fray Luis de Rivas en ese superior del convento franciscano en San Juan, se dirigió a Juan José de Vértiz y Salcedo, comunicándole que la orden estaba en posesión del colegio desde 1768. Pero no todo andaría bien con los franciscanos y por causas ajenas a ellos, Por el mal estado de las habitaciones y la queja de los vecinos, la escuela se cerró. Las causas: no se pagaban los beneficios de las Temporalidades, que no tenían una buena administración luego de la expulsión de los jesuitas: las propiedades descuidadas y hasta abandonadas y que antes estuvieron en plena producción. No pagaban el dinero correspondiente o el dinero se desviaba para otras cosas totalmente ajenas.
Por ello los señores del Cabildo: Pedro Pablo Quiroga, Antonio Benegas, Miguel Oro y Joaquín Navarro, elevaron una petición de los vecinos, que por su extensión no publicamos, donde se exponían las dificultades, perjuicios ocasionados, causas que motivaron el cierre de la escuela. Los vecinos destacaban que siendo la fábrica de los edificios débiles por ser de adobe, había que tener constantes cuidados, los techos periódicamente tenían que ser arreglados, al igual que las paredes afectadas por la humedad. El documento tiene la firma de 47 vecinos, todos portadores de importantes apellidos de la época y de personas que se distinguieron en la Historia de San Juan. En un acuerdo del 20 de agosto de 1772 establecieron la escuela con maestros que ganarían doscientos pesos, Fueron nombrados los clérigos Dr. Dionisio Jofré para Primeras Letras, don José Ignacio Maradona para maestro de Latinidad y don Ignacio Teodoro Sánchez para Filosofía.. Como no había medios para sostenerla se propuso vender dos y medio solares del terreno destinado a escuela, pero no hubo compradores. El 16 de enero de 1775 se abrió la escuela, siendo el maestro el padre Jofré, la de Gramática, Felipe del Carril, llegó a tener 200 alumnos al decir de Margarita Mugnos de Escudero.
En resumen en San Juan luego de la expulsión de los jesuitas, la escuela fue entregada a los franciscanos, luego clausurada por tejía de mala política y mantenimiento de la autoridad política civil. Había que esperar al gobierno de José Ignacio de la Roza a comienzos del siglo XIX, para fundar la Escuela de la Patria.
(*) Miembro de Número de la Junta de Historia Eclesiástica Argentina.
