Hoy, 29 de mayo, el Ejército Argentino celebra su 208º aniversario de creación. El día fue establecido por Decreto del Poder Ejecutivo Nacional Nº 10.296, en 1951. El Ejército es una de las instituciones fundacionales de la Nación y, por ello, está históricamente unida a su destino. Ya, en 1810, la Primera Junta dio cuenta de su vital importancia. El 25 de mayo de 1810 se estableció la Junta de Gobierno que asumió la conducción política de lo que era hasta ese momento el Virreinato del Río de la Plata, desplazando a las autoridades españolas. La presidencia de tal organismo de gobierno fue confiada al Coronel Cornelio Saavedra, quien ejerció asimismo la Comandancia General de Armas.
Esto constituyó un indicio cierto sobre la existencia de una profunda convicción: la Revolución tendría que ser solventada en el terreno de los hechos.

El día 28, como reafirmación de tal premisa, se procedió a crear el Departamento de Gobierno y Guerra, cuya titularidad pasó a desempeñar Mariano Moreno. De inmediato se expidió un Bando de la Junta ordenando la entrega de todas las armas, de cualquier tipo, en poder de los particulares, con el propósito de asegurar el armamento de una fuerza orgánica propia que avale el movimiento en expansión hacia las provincias interiores.
Precisamente para dar una estructura sólida a ese propósito, el 29 de mayo inmediato se decretó la creación de los cuerpos militares estables sobre la base de los batallones preexistentes, consolidados en los años inmediatamente anteriores a raíz de las invasiones inglesas.
De esta forma, el 29 de mayo de 1810, a unas horas de la Revolución que dio origen a nuestra Patria, una de las primeras disposiciones de la Junta de Mayo se refirió al papel del Ejército, al emitirse la "proclama a los Cuerpos Militares de Buenos Aires”. En ella se exaltaba la actuación que dichos cuerpos habían tenido en esa semana trascendental. Además, por medio de esta proclama se dispuso que los batallones militares existentes se elevaran a Regimientos, a la vez que se anunciaban las previsiones para una reorganización de la Caballería y de la Artillería Volante. Estas reformas orgánicas de las fuerzas existentes constituyeron, ni más ni menos, los primeros pasos hacia la formación del Ejército Patriota que iniciaría el camino de nuestra independencia. Esto, a fin de defender y expandir las ideas de libertad por el interior de lo que fue el Virreinato del Río de la Plata y por el resto de América.
Desde aquel entonces, el Ejército acompañó al pueblo argentino en la construcción de la nueva nación, protagonizando innumerables acciones al servicio de la patria. Por todo ello, resaltando la trascendencia que para nuestra historia tuvo aquella proclama, se instituyó el 29 de mayo como Día del Ejército Argentino.
A partir de allí, la vida institucional de nuestro Ejército se ha ido forjando a través de una extensa trayectoria, que incluye los numerosos hechos militares que han sido relevantes para nuestra Nación. Tanto en su rol específico como una de las Fuerzas Armadas de la Nación, como en el marco de las Acciones Militares Conjuntas, para el Ejército Argentino es primordial tener capacidad de disuasión creíble, que posibilite desalentar amenazas que afecten intereses vitales de la República. Asimismo, contribuirá al sostenimiento del sistema de gobierno representativo, republicano y federal.
La celebración del 29 de mayo, Día del Ejército, permite sin duda evocar todos esos actos y abrir perspectivas de aliento para el futuro de la República. En este día especial a través de este medio envío un afectuoso saludo a todos mis amigos y conocidos que forman parte de esta gran institución.
El Ejército Argentino cumple múltiples funciones sociales e institucionales que son prioritarias para la Patria. Las más relevantes son las siguientes: – Participar en misiones de organizaciones militares de paz; prestar apoyo logístico en la lucha contra el narcoterrorismo; brindar apoyo a la comunidad; contribuir a la preservación del medio ambiente; contribuir al sostenimiento de la actividad antártica nacional; acrecentar los valores que conforman el amor a la Patria y nuestra esencia nacional; la independencia y la soberanía; la capacidad de autodeterminación; la integridad territorial.
Por el Historiador: Martín Andrés Carelli. Historiador. Profesor de Historia de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) y miembro de la Junta de Estudios Históricos de la Provincia de San Juan.
