La ciudad de San Juan (hoy departamento Capital) fundada en 1562 (258 años antes que la provincia formada en 1820), tuvo su primer escudo estampado en el plano fundacional y con los años utilizó estandartes españoles en el cabildo de la época de la conquista, pero careció de un blasón distintivo de su tierra hasta casi el final del siglo XX, por lo que los sellos utilizados para autenticar documentos eran creaciones de gobernantes de turno y a menudo con la impronta del ebanista o grabador que fabricara la estampa.

El origen de los escudos de armas se remonta al nacimiento de la caballería. Originalmente el escudo era individual, haciendo referencia al caballero y aludía a alguna hazaña que hubiera realizado.

En el siglo XIII, el escudo se convirtió en hereditario e identificaba no al caballero, sino a un linaje. Entre los siglos XIV y XV los escudos comienzan a describir las vicisitudes familiares y sus alianzas. En el siglo XIX, los Estados lo adoptaron como emblema que lo identificara. De igual forma aparecieron los escudos de las ciudades, provincias y municipios.

Los escudos de armas municipales se originan (según Faustino Menéndez Pidal), en los sellos concejiles de la España medieval, principalmente en la región de La Rioja y traídos a América por los conquistadores.

La heráldica es la disciplina que estudia las imágenes y figuras de los escudos. Tiene su propio lenguaje para definir figuras, tapices y colores. Así por ejemplo: azur (azul), gules (rojo), sinople (verde) y sable (negro); metales: oro (amarillo) y plata (blanco), y el púrpura (morado). Y figuras: la faja, la cruz, sotuer (el aspa), la bordura, etc. 

En 1945, siendo intendente de la ciudad Domingo Salas y comisionado municipal (cargo que no existe en la actualidad) el señor Villafañe, el 21 de diciembre de ese año, por decreto N¦ 1104 se estableció en el artículo 1º) “Designase una comisión ad honorem compuesta por los señores Pbro. Alfonso G. Hernández, Prof. Rogelio Díaz López para que estudien y asesoren al Departamento Ejecutivo sobre el Escudo que dio el fundador a la ciudad de San Juan, pudiendo trasladarse a Chile a los fines de la investigación. Actuará como secretario el señor Rogelio Díaz Costa”.

Esta comisión estaba autorizada a efectuar gastos hasta la suma de mil pesos moneda nacional y de inmediato comenzaron a trabajar.

Durante varios meses la comisión reunió los antecedentes necesarios e hizo la investigación correspondiente.

Siendo ya intendente el procurador Luis Pompilio Álvarez, se elevó un completo informe al departamento Ejecutivo del Municipio, en donde se elaboró el Decreto 99 del mes de abril de 1946, en el que se determinan la forma del Escudo Municipal. Según se establece en su: artículo 1º: “Fíjase como escudo de la ciudad un cuadrilátero partido con la base en punta figurando en un lado jaqueles de azur y plata y al otro plata con la efigie de San Juan Bautista, de pie y cinco rosas gules de sotuer y sobre el Jefe sol flamígero de oro y gorro frigio. Características muy similares al escudo de su fundador Juan Jufré pero sin el ángel y la corona en la parte superior (reemplazada por el sol y el gorro frigio) y sin el estandarte con la original leyenda en latín “superbos gladio fidelis premio”.

Desde entonces El Blasón Oficial de la Ciudad de San Juan, luce orgulloso en las más importantes dependencias del palacio municipal, como la sala de Cuadros, el salón del concejo deliberante y la oficina del intendente. También supo estar plasmado en los vehículos municipales, aunque de allí ha sido desplazado por los “logos” de las distintas gestiones.

 

Por Antonio Díaz Ariza
Docente – Escritor