El crecimiento demográfico y las mayores expectativas de vida en un mundo cercano, serán el gran desafío de la agricultura porque exigirá mayor tecnificación y el desarrollo de cultivos de altos rendimientos. Además, se enfrentará a un enemigo implacable, el cambio climático, con consecuencias todavía desconocidas.

Es que más allá de las bruscas alteraciones meteorológicas causantes de prolongadas sequías, con desertización de terrenos o, por el contrario, lluvias torrenciales con inundaciones que causan estragos, se prevé un grave deterioro de la calidad del aire y mayores temperaturas. La proyección de crecimiento se estima en un 50% más de productos agrícolas para el año 2050, junto a un cambio de las tendencias alimenticias en los países en desarrollo, según recientes estudios relacionados con el campo.

Ante este panorama, cualquier disminución de los rendimientos se producirá en un contexto de necesidad general de incrementar la producción de manera significativa, a través de mejores selecciones de especies y métodos de cultivo. La demanda de cosechas superiores va a requerir más tierras fértiles, un escollo planteado ahora entre las áreas cultivables reducidas por las urbanizaciones -como ocurre en San Juan- que obliga a plantaciones en la periferia, o el freno a la erradicación de bosques protegidos para ocuparlos con nuevos sembradíos, caso del Norte argentino.

Sin embargo, lo peor para los productores en las próximas décadas será la contaminación ambiental, según un estudio de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts, Estados Unidos, que analizó en detalle la producción mundial de los cuatro principales cultivos alimenticios: arroz, trigo, maíz y soja, que representan más de la mitad de las calorías que consumen los seres humanos en todo el mundo.

En este análisis se observaron los efectos de la contaminación por ozono, un nuevo problema difícil de identificar porque se presenta con los síntomas de otras enfermedades de las plantas, y es complejo, porque afecta más a fuertemente a algunos cultivos que a otros, lo que sugiere que las medidas de control de la contaminación podrían desempeñar un papel importante en los resultados. Este problema varía considerablemente de una región a otra y todo condicionado a las políticas contra el calentamiento global que urgen implementar.