Los nombres identifican, marcan y muestran qué es lo que tenemos delante nuestro cuando observamos, recorremos, revisamos lo pasado, cuando referimos lo histórico o señalamos lo propio, lo que queremos destacar. Es el atributo notable de algo que de no llamarse de alguna forma no sería nada. Así, "alma y cultura sanjuanina'' que es el lema o la temática basal que tuvo la 8va edición de la Feria de la Cultura Popular y el Libro de Rawson -realizada entre el 29 de septiembre y el 10 de octubre-, fue como su nombre propio. ¡Qué nombre más significativo se escogió para verificar nuevamente un año más la acción cultural de un departamento que ha movido las cuerdas más sensibles del arte en sus más variadas expresiones! 


El alma humana incorporaría el principio vital o esencia interna de cada quien, gracias a la cual todos los elementos a considerar como pertenecientes a una cultura tienen una determinada identidad, no explicable a partir de la realidad material de sus partes, pero sí a lo netamente espiritual. Los que creemos en el alma sin condicionales simples ni compuestos, sabemos de qué se trata. El empeño, el trabajo placentero, riguroso, que se impone desde el más pequeñito artesano al más afamado es poner el alma en algo, es dotar de su influjo a la creación obra de las manos artesanas como de la inspiración que insufla vida a la palabra.


Nuestra alma se va nutriendo de muchos "amores'', el amor a la sabiduría y el conocimiento es el primero, luego, a la lectura, a la investigación, a la expresión. El amor por la danza, el sacrificio de integrarse a un grupo para cantar, "murguear'', confeccionar trajes originales y llamativos, crear distintivos, estandartes, buscar los instrumentos, ahorrar para comprarlos, ensayar, pintar cuadros en lienzos o madera, tallar, cincelar, mezclar, amalgamar y hacerlo con pasión y entrega, poniendo gran parte de uno mismo en cada acción, es poner el alma. 
Todo el despliegue que se realiza y que lleva meses de preparación inicia en el momento mismo en que la fiesta concluye, las carpas se levantan, los stands se cargan para volver a casa y los balances comienzan imaginando superar en otra edición lo ya alcanzado. Eso es poner el alma, eso es dar el alma y la gente que hace cultura en Rawson lo sabe. 


Los años y varias contingencias naturales no han hecho otra cosa que fortalecer la apuesta, doblarla, triplicarla. Lograr la incorporación a la identidad rawsina ya no es la utopía de los pocos días de la primera vez y ha crecido tanto en expectativas que hoy puede decirse que la Feria de la Cultura Popular y el Libro es algo esperado y cada vez más convocante. Quienes la han mirado de reojo o criticado, hoy están participando. Y es que el color político que la lleva adelante no tiene que velar por otra cosa que no sea darle el perfil que ahora alcanza con una pléyade de propuestas variadas, en el ánimo (el alma) no decaiga. 


Lo sanjuanino se valora desde la música, sea rock o tonada, sea cueca o melódico, sea tango o clásica donde los violines y violoncellos dan sus notas elegantes y tantas veces ensayadas. Las escuelas despliegan trabajos notables de interacción con los visitantes y nadie queda fuera. Lo sanjuanino es que haya una caricatura, una pizarra, un rincón, sólo una tela o un orgulloso "banner'' anunciando algo local, autóctono, desde una comida a una bebida y desde un adorno a un tejido. Todo ello identifica, construye el alma de que se le ha querido dotar desde aquel comienzo allá por 2009. 
Es el alma, pensaba Platón, la dimensión más importante del ser humano y compuesta por lo idéntico y lo diverso, no podemos menos que decir que ambos aspectos se conjugan impecablemente en esta Feria anual. 


En cada centímetro cuadrado de césped de la siempre populosa plaza de Villa Krause, latió el pulso de más de un corazón entregado a la dulce fatiga del experimentar y el mostrar.
La Cultura en todas sus expresiones tiene de suyo el alma de sus "cultores", lo popular es la llegada a mucha gente, desde el libro, la artesanía o la canción y en todo está el alma de un pueblo que sabe bien lo que desea ofrecer y que se quede grabado en lo profundo del ser porque mientras haya un solo interesado en recorrerla, disfrutarla y mejorarla, la Feria de la Cultura Popular y del Libro fue el éxito que cada año se propone y cumple.