Obras de arte con materiales descartables de India.

 

La importancia de reutilizar materiales descartables se vuelve una tendencia en el mundo. Pero, esta vez, el arte lo hace de una manera muy particular, como para pensar hacer algo similar en la provincia de San Juan. La novedad surge en un parque de Nueva Delhi, India, que permitirá muy pronto a sus visitantes pasear por siete de los monumentos más icónicos del mundo en un solo lugar. Todo ello de una forma muy especial: a través de enormes réplicas construidas con partes de vehículos, farolas, tuberías y otros desechos. El Taj Mahal (India), la Torre Eiffel (Francia), la Estatua de la Libertad (EEUU), la Torre Inclinada de Pisa (Italia), la Estatua del Cristo Redentor (Brasil), la Gran Pirámide de Guiza (Egipto) y el Coliseo (Italia) esperan a que el recinto abra sus puertas en las próximas semanas, en una fecha todavía por determinar. El Rajiv Gandhi Smriti Van, se ha reconvertido en "Las siete maravillas del mundo”, un proyecto construido sobre un vertedero y en el que desde los pies de los letreros hasta las grandes iniciales que deletrean su nombre a la entrada están hechas con chatarra. Cada uno de los materiales eran "descartados o no utilizables”. Los artistas usaron desde trozos de vehículos hasta viejos bancos, todo ello suministrado por las autoridades locales. Se necesitaron 60 trabajadores, diez artistas permanentes y otros tantos visitantes especializados en el dibujo de estructuras o expresiones faciales. Si se mira el Taj Mahal, hay 1.600 llantas de bicicleta que han sido cortados en pequeñas baldosas y así es como se consigue el efecto azulejo. Hay 3.500 llantas de ruedas que han sido cortadas y utilizadas en el Coliseo y la Torre de Pisa. En un toque especial, la cúpula del Taj Mahal, la única obra nativa de la India de la colección, está hecha de trozos circulares de tubería para permitir que la luz la traspase, creando un efecto único. Inicialmente, explica Niten Mehta, director de la compañía que proporcionó a los artistas "YaWeDo”. Quitaron el óxido y aplicaron una imprimación a toda la chatarra utilizada, pero finalmente optaron por devolverle su aspecto original. "Al principio se suponía que serían pintadas de acuerdo con las estructuras originales, de modo que el Taj Mahal sería blanco, el Redentor gris, la Torre de Pisa blanca. Pero durante el proceso nos dimos cuenta de las estructuras se veían muy bonitas con la apariencia de chatarra”, reconoció. Así, el público puede "disfrutar del proceso” y se evita que la pintura esconda los materiales que dan forma a estos monumentos históricos. El director de Horticultura de la Corporación Municipal del Sur de Delhi (SDMC), Alok Singh, recuerda cómo, cuando comenzaron las obras, cada vez que cavaban se encontraban un cable o una tubería. Y es que debajo del parque… ¡hay un vertedero!

El proyecto empezó en septiembre, pero era la época del monzón en Delhi de modo que hubo problemas porque este sitio es también un vertedero, debajo de este suelo hay todo tipo de materiales descartados. Con el paso de las semanas el equipo de trabajo logró sortear estos obstáculos y a finales del pasado enero las estructuras estaban listas, a falta de finiquitar algún que otro detalle como la iluminación, para que los monumentos "brillen” en la noche. Las piezas, la más corta siendo el Coliseo con unos 5 metros de altura (16 metros de diámetro) y la más alta la Torre Eiffel con cerca de 21 metros, están diseminadas por un parque con subidas y bajadas, muchos árboles, fuentes, y caminos con un coste de algo más de un millón de dólares. "Cuando estás viendo un monumento no deberías ver otro monumento, te concentrarás sólo en esa estructura. No debe haber ninguna distracción y es por ello que creamos suelos empinados y plantamos árboles de forma que tape las otras cosas", concluyó Singh.

 

Por Noemí Jabois 
Periodista – EFE