Dentro de las políticas transformadoras de Barack Obama, Estados Unidos ha enviado un mensaje alentador a la comunidad internacional, al decidir recuperar el tiempo perdido e involucrarse plenamente en la lucha contra el cambio climático.
Es más, Washington está firmemente decidido a ejercer un liderazgo ecológico activo, según precisó la secretaria de Estado, Hillary Clinton, en la reunión del Foro de las Mayores Economías sobre la Energía y el Clima. Estuvieron las 17 economías más grandes del mundo y de países emergentes, responsables del 75% de las emisiones de gases causantes del efecto invernadero.
Si bien la iniciativa de Obama es similar a la de su antecesor, George W. Bush, en este foro, la posición actual de la Casa Blanca es completamente distinta. Debe recordarse que EEUU se negó rotundamente a ratificar el Protocolo de Kioto e incluso hubo un momento en que puso en duda la existencia del cambio climático.
Por ello, Clinton reconoció y aseguró que su país no volverá a repetir los errores del pasado, y aclaró que la crisis económica global no debe servir de excusa para no actuar sino que la observa como una oportunidad para mejorar las condiciones de vida del mundo entero.
Resulta trascendente y gratificante que EEUU haya tomado un giro de 180 grados en la preservación del medio ambiente, ya que su liderazgo, junto a la Unión Europea y el apoyo de la ONU, hacen prever el éxito de la pretensión de este foro de avanzar hacia un nuevo protocolo que sustituya al de Kioto. Será tema de una reunión, en julio venidero en Italia, en el marco del G-8.