Mientras en la antigüedad nadie pensaba en ofrecer protección especial a los niños y en la Edad Media se consideraba a los niños como "adultos pequeños'' , recién a mediados del siglo XIX, surgió en Francia la idea de ofrecer protección especial a los niños. Esto fue lo que permitió el desarrollo progresivo de los derechos de los menores, un sector al que hay que seguir apoyando con mayor énfasis en un mundo donde un niño muere de hambre cada 5 segundos y en el que después de todo lo que se ha avanzado en materia declamativa hay que unificar decisivamente la teoría con la práctica.


Fue a partir de 1841 que las leyes comenzaron a proteger a los niños en su lugar de trabajo y, a partir de 1881, las leyes francesas garantizaron el derecho de los niños a una educación. A principios del siglo XX, comenzó a implementarse la protección de los niños, incluso en el área social, jurídica y sanitaria. Este nuevo desarrollo, que comenzó en Francia, se extendió más adelante por toda Europa.


Desde 1919, tras la creación de la Liga de las Naciones (que luego se convertiría en la ONU), la comunidad internacional comenzó a otorgarle más importancia a este tema, por lo que elaboró el Comité para la Protección de los Niños. El 16 de septiembre de 1924, la Liga de las Naciones aprobó la Declaración de los Derechos del Niño (también llamada la Declaración de Ginebra), el primer tratado internacional sobre los Derechos de los Niños.


Esta Declaración, a lo largo de cinco capítulos otorga derechos específicos a los niños, así como responsabilidades a los adultos. Debemos saber que la Declaración se basa en el trabajo realizado por el médico polaco Janusz Korczak.


La Segunda Guerra Mundial dejó entre sus víctimas a miles de niños en una situación desesperada. Como consecuencia, en 1947 se creó el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (conocido como UNICEF) al cual se le concedió el estatus de organización internacional permanente en 1953. Durante sus inicios, la UNICEF se centró particularmente en ayudar a las jóvenes víctimas de la Segunda Guerra Mundial, principalmente a los niños europeos. Sin embargo, en 1953 su mandato alcanzó una dimensión internacional y comenzó a auxiliar a niños en países en vías de desarrollo. La Organización luego estableció una serie de programas para que los niños tuvieran acceso a una educación, buena salud, agua potable y alimentos. Desde el 10 de diciembre de 1948 la Declaración Universal de los Derechos Humanos reconoce que "la maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales'' y en 1959 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración de los Derechos del Niño, descriptos en sus diez principios básicos y delos cuales ya hemos dado cuenta en notas anteriores.


Por otra parte, la ONU proclamó al año 1979 como el Año Internacional del Niño. Durante este año, tuvo lugar un verdadero cambio de espíritu, ya que Polonia propuso crear un grupo de trabajo dentro de la Comisión de los Derechos Humanos que se encargara de redactar una carta internacional. Así, el 20 de noviembre de 1989, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Convención sobre los Derechos del Niño. A lo largo de 54 artículos el documento establece los derechos económicos, sociales y culturales de los niños. Este es el tratado sobre derechos humanos que se ha aprobado más rápidamente. Se convirtió en un tratado internacional y el 2 de septiembre de 1990 entró en vigencia luego de ser ratificado por 20 países.

Por Rolando Chiffel
Periodista especializado en Derechos del Niño