El cianuro, una sustancia ampliamente utilizada en una diversidad de procesos industriales, es el nombre con el que se denomina a un grupo de sustancias químicas que contienen carbono y nitrógeno y que bajo determinadas condiciones, pueden resultar letales. Estas sustancias se encuentran presentes en nuestro medio bajo la condición de dos formas: como sustancias químicas naturales asociadas a algo más de 2.000 fuentes entre las que se destacan distintas especies de artrópodos, insectos, bacterias, algas, hongos etc. y en la condición de compuestos producidos industrialmente por el hombre, entre los que se destacan el cianuro de hidrógeno gaseoso y el cianuro de sodio y potasio.

El 100% del cianuro que se produce industrialmente a nivel mundial, tiene dos destinos preferentes: El 80% de esta producción mundial, se utiliza esencialmente en la fabricación de químicos orgánicos como el nitrilo, el nylon y los plásticos acrílicos, como también, en una diversidad de procesos industriales, entre ellos, la galvanoplastia, el procesamiento de metales, el endurecimiento del acero, la fabricación de telas sintéticas, las aplicaciones fotográficas, la producción de goma sintética, la elaboración de productos farmacéuticos, la producción de vendas quirúrgicas, la fabricación de productos de uso agrícola para controlar las plagas de insectos, la fabricación de venenos que permiten la exterminación de roedores y depredadores portadores de cepas y virus letales.

El 20% restante, se utiliza para producir el cianuro de sodio y el cianuro de potasio, una forma sólida de cianuro cuya manipulación es relativamente fácil y segura. Como de esta producción el 90% es utilizado en la actividad minera, se puede concluir lo siguiente: del 100% de la producción mundial de cianuro, un 82% es utilizado en una amplia variedad de procesos tecnológicos e industriales y el 18% restante, se utiliza en la actividad minera mundial.

Como ocurre con otras sustancias químicas utilizadas en una variedad de procesos industriales modernos, los compuestos de cianuro, por representar una sustancia tóxica que cuando se la ingiere o inhala en cantidades suficientes puede ser letal, han venido generado una razonable preocupación que deriva de su utilización, en algunos ambientes industriales, por esta razón y para asegurar que su uso se realice en forma eficaz y protegida, se han establecido dos premisas que resultan claves y esenciales para aventar dicha inquietud: admitir que el uso seguro y beneficioso del cianuro sólo requiere de una actitud juiciosa y responsable y asumir que todo lo atinente a la producción, transporte y manipulación requiere de un conjunto de prácticas que ya han sido establecidas y reglamentadas.

El cianuro de sodio luego de ser diluido, se utiliza en la etapa de concentración de minerales. En esta etapa la cianuración es el método más empleado, conocido y mundialmente difundido, tanto en la aplicación del método de lixiviación en pilas o el de tanques por agitación. En ambos casos, el principio de funcionamiento se sustenta en el gran poder de captación que posee el cianuro respecto del oro, poder que hace posible, que desde un mineral triturado, por la acción de una solución previamente cianurada, el oro pueda ser extraído y capturado desde las rocas y minerales originales.

Las operaciones mineras que desde 1887 utilizan cianuro en los procesos de recuperación de oro, emplean soluciones muy diluidas que contienen normalmente entre el 0,01% y el 0,05%, es decir, entre 100 y como máximo 500 partes, por millón. Desde ese año, todos los registros que testimonian la existencia de accidentes fatales, dan cuenta que estos hechos han estado vinculados a las tareas de traslado y transporte del cianuro

Tal es la preponderancia de estos sucesos como causales de incidentes, que si se consideran los accidentes fatales causados estrictamente por la utilización del cianuro, la frecuencia con la que se produce el deceso lamentable de un trabajador en un episodio ambiental, en una mina o en una planta, representa a valores promedio, un caso fatal, cada 10 años o una década. Esta cifra dista muy lejos, de los 200 casos de muertes que en Latinoamericana la actividad minera registró en 2010 y más lejos aún, de los más de 3.000 casos de muertes que cada 24 horas, se producen principalmente desde las actividades de la construcción, del transporte y de los servicios en todo el mundo, todos los días.

Esta realidad que dio muestra de que el problema estaba vinculado fundamentalmente al traslado y transporte del cianuro, fue lo que impulsó a los expertos en los años "70 a consagrar al "Código Internacional de Manejo del Cianuro'' como el código que a nivel mundial establece todas las medidas preventivas, de seguridad y de control, como asimismo, todas las normas que regulan y reglamentan su producción, transporte, manipulación, dosificación y utilización.