En el itinerario del amor se presenta a los esposos el desafío de la crianza y educación de sus hijos. Escribe el Papa Francisco: "la crisis de la crianza, que cambia los hábitos del matrimonio” (AL,235). Con la llegada de los hijos al hogar comienza la tarea de su crianza y educación. ¿Cómo criar adecuadamente y cómo educar correctamente a los hijos? Es el reto de los esposos y posible origen de conflictos.
¿Qué es un conflicto?
El conflicto (flictus = golpe) es una oposición o confrontación entre personas. Es decir, un conflicto es una colisión o choque de intereses contrapuestos. Por lo tanto, cuando surge un conflicto matrimonial, se produce un enfrentamiento o "pelea” entre los cónyuges.
Puede originar conflictos el diferente papel que asume cada miembro de la pareja. Por ejemplo, que el papá crea que la única responsable del cuidado y educación de los hijos es su esposa, olvidando que fueron los dos quienes los concibieron y que, por tanto, su educación y crianza es responsabilidad de ambos.
Ideas preconcebidas
Los cónyuges pueden presentar ideas preconcebidas muy diferentes respecto al modo de educar a los hijos. Cada uno ha sido criado y educado de modo distinto y aparecen posiciones divergentes sobre el tipo de educación, hábitos y límites que se les quiere inculcar.
La pareja necesita ponerse de acuerdo sobre el tipo de educación que brindarán a sus hijos, que valores les transmitirán, que virtudes, hábitos y costumbres inculcarán, para que se conviertan en personas sanas, felices y virtuosas, en buenos y honestos ciudadanos para la patria, y en santos hijos de Dios. La familia sigue siendo hoy la primera y fundamental escuela formadora de personas que todas las sociedades necesitan.
El rendimiento escolar también puede convertirse en área de conflicto para los padres, especialmente cuando existen altas expectativas al respecto. El medio escolar y su exigencia evalúan la eficiencia del niño, problemáticas pedagógicas, adaptación al entorno escolar, relación con los docentes, etc.
Equilibrio entre tiempos
Suelen presentarse conflictos por la adaptación de la vida de pareja con el cuidado y atención que exigen los hijos y el tiempo dedicado al ámbito laboral. Será necesario lograr un equilibrio entre el tiempo para el trabajo y el tiempo para los hijos.
Dada la importancia de este tema, el Papa Francisco escribe todo un capítulo de AL, el séptimo, sobre la crianza y educación de los hijos, que recomendamos leer y reflexionar.
Finalmente, podemos señalar los siguientes objetivos en esta etapa: fortalecer la tarea educativa de los padres mediante una adecuada formación y capacitación; recordar que la escuela no sustituye a los padres si no que los complementa; darse el suficiente tiempo para estar y educar a los hijos; saber que las palabras de los padres educan, pero los ejemplos arrastran; comprender que ambos cónyuges deben comprometerse en la crianza y educación de sus hijos.
Por Ricardo Sánchez Recio
Orientador Familiar, Lic. en Bioquímica, Profesor