Se sabe que el alcohol es la "madre'' de todas las drogas y por lo tanto el portal de las demás adicciones.


La Orientación Familiar (OF) es una disciplina que tiene por objeto de estudio a la familia: sus vínculos, sus problemáticas y sus conflictos. Entre los problemas más acuciantes a los que se enfrentan actualmente los orientadores familiares está el de las adicciones y el consumo de sustancias por parte de los menores. El consumo de alcohol por parte de niños y adolescentes es uno de los principales inconvenientes que afrontan las familias actuales, un flagelo que hay que tratar con profesionalismo si se quieren obtener buenos resultados.


Hay que tener en cuenta que desde la Orientación Familiar se reconoce la trascendencia de la función socializadora de la familia, ya que se parte del concepto de que ésta es la célula constitutiva de toda sociedad. Es el grupo primario de pertenencia de los individuos. Ahí se nace, se crece, se vive. Es el ámbito natural y el mejor lugar para que el niño se sienta querido, protegido, contenido, y sea educado. El ser persona, en su más amplia acepción, depende de la familia. Por ello, el futuro de la humanidad, se fragua en la familia por ser el ámbito apropiado para combatir todas aquellos flagelos que apuntan a destruir a cada uno de sus miembros.

"Necesitamos padres capacitados para afrontar el problema del consumo de alcohol en los menores... El Estado debe facilitar servicios de orientación familiar para resolver situaciones de conflicto en éste y otros temas...''

Sabemos que el alcohol es la "madre'' de todas las drogas. En las últimas décadas, en San Juan se ha instalado un patrón de consumo de alcohol en menores y adolescentes, con nefastas consecuencias. Cada vez son más los casos de muertes prematuras por accidentes y altercados tras haber bebido alcohol. Hay un comportamiento descontrolado de los adolescentes frente a la diversión y el consumo de sustancias.


Muchos padres desorientados respecto a esta problemática se ven superados en su propia capacidad educadora sin saber que hacer respecto al adolescente y el consumo de alcohol. Piden auxilio porque no encuentran las herramientas adecuadas para encarar un tema que se les ha ido de las manos. Sin embargo, la prevención primaria, como señalábamos al principio, apunta directamente a la educación y es responsabilidad de los padres. Los principales agentes preventivos son los padres.


Es claro que "la prevención comienza por casa''. Por eso, necesitamos padres capacitados en esta problemática. ¿Qué se puede hacer? ¿Qué hacemos para prevenir?


Como orientador familiar considero que desde el Estado se debe facilitar servicios de orientación familiar a los padres que necesiten asistencia profesional para resolver situaciones de conflicto en este y otros temas, capacitando a los padres a preservar la integridad de la familia, reforzando los factores de protección familiar.


La sociedad tiene la obligación de ayudar a la familia a cuidar y proteger al niño y adolescente y asegurar su bienestar físico y mental.


"Prevenir es mejor que curar''. 


Por Ricardo Sánchez Recio
Orientador Familiar. Profesor. Bioquímico legista Policía de San Juan.