La instalación de paneles solares en las viviendas podría llegar a proliferar de avanzar el
proyecto de aprovechamiento energético.



El Net Billing o facturación neta, permite a los usuarios autogenerar su propia energía obteniendo ahorros en su consumo eléctrico e incluso inyectar excedentes a la red distribuidora recibiendo un pago.


La figura del prosumidor energético, es decir, aquel que es productor y consumidor al mismo tiempo, orientará al mercado hacia las energías renovables y obligará a las distribuidoras eléctricas a un cambio progresivo de su visión del servicio.


Hasta ahora se trata de un proyecto de Ley de Generación Distribuida que espera su sanción en el Senado argentino y que habilitará la posibilidad de generar energía eléctrica para consumir y, a su vez, inyectar el excedente a la red, lo que significará un incentivo al surgimiento de la nueva figura del prosumidor. El nuevo sistema, según el proyecto en debate, aplica el sistema de generación residencial o "Net Billing" como se conoce a la ley vigente en Chile desde 2014.


El Net Billing o facturación neta, permite a cualquier usuario autogenerar su propia energía obteniendo ahorros en su consumo eléctrico e incluso inyectar sus excedentes de energía generada a nuestras redes y recibir un pago por ello. Los excedentes, es decir, la energía no utilizada por el usuario que se inyecta en la red, se paga al valor de compra de las empresas distribuidoras, considerando las menores pérdidas que generan estas instalaciones.


Esta semana se espera que las comisiones de Minería, Energía y Combustibles y de Presupuesto y Hacienda del Senado se reúnan para intentar avanzar en un dictamen acerca del proyecto que aprobó la Cámara de Diputados para promover la generación distribuida de energía renovable integrada a la red eléctrica pública. La energía podrá ser generada mediante sistemas no convencionales, a través de paneles solares instalados en cada uno de los hogares o de torres que aprovechen la fuerza del viento.


Esta transformación del sistema es un modelo disruptivo y requiere que el sistema eléctrico se adecue a la nueva realidad. Las distribuidoras van a tener que cambiar progresivamente su visión de servicio al mercado de los hogares, las pymes y similares.


La incorporación al sistema requerirá una habilitación para la cual se seguirá un protocolo, en el cual su primer paso será superar la evaluación técnica, luego de la cual el usuario-generador y el distribuidor suscribirán un contrato de generación eléctrica bajo la modalidad distribuida. Para abastecer a equipos eléctricos de alto voltaje, los domicilios necesitarán un equipo de generación diferente que el área de investigación y desarrollo del Cedyat se encuentra gestionando para atraer nuevas inversiones a la Argentina.


Asimismo, se tendrán que cambiar los medidores convencionales por otros bidireccionales, que registran tanto el consumo como la generación de energía eléctrica, y también se seguirá pagando el cargo fijo a la distribuidora, necesaria para inyectar la energía y tener un respaldo en caso de que la generación no alcance para el autoabastecimiento.


Fabián Ruocco - Director ejecutivo del Centro de Desarrollo y Asistencia Tecnológica (Cedyat).